Palabra de mujer
Si tienes una madre todavía…
“Si tienes una madre todavía,
da gracias al Señor que te ama tanto,
que no todo mortal contar podría,
dicha tan grande ni placer tan santo.”
Heinrich Newman
Estas palabras son para ti, que este 10 de mayo en lugar de ir a comer con tu familia llevarás flores a una tumba silenciosa. Para ti que perdiste a alguien muy especial ya sea por el tiempo: ese asesino implacable, o porque te la arrebato una enfermedad, o una tragedia inesperada. Nos dijeron que el tiempo lo curaría todo, pero lo cierto es que hay días en los que el dolor es un vaivén y el remordimiento vuelve para atormentarnos, tal vez algunas noches te has preguntado: “Y si la hubiera visitado con más frecuencia” “Y si no hubiera dicho eso” “No le dije que la amaba una vez más” “No le pedí perdón” “No tuve la oportunidad de despedirme”.
Este es también el momento de llorar a nuestras madres, porque en ningún momento de la vida se valora más o se es más consciente de lo sagrada que es y del impacto que tiene en nuestras vidas, que cuando está ausente. Porque cuando tenemos una relación complicada con ella, pensamos que tendremos toda la vida para remediar las cosas. Estas palabras son para ti que perdiste al único amor en la vida que es puro, incondicional e inquebrantable.
Pero no solo quiero hacerlos llorar, esta carta también busca ser un bálsamo de alivio. Está bien sufrir porque la perdiste, el dolor solo se cura llorando, pero también en tu dolor encuentra un momento para sanar, para alegrarte porque la tuviste, tal vez fue por un tiempo breve, o tal vez la disfrutaste la mayor parte de tu vida. Pero sabes que existió alguien en este mundo que te amo con todas sus fuerzas desde que supo de tu existencia. Porque fuiste amado y fuiste bendecido con la capacidad de amar. Ella no está, eso es cierto y la verdad es que no volverá. Pero una parte de ella vive en ti, y ella lo sabía; la llevas en tu sangre, en tus genes, hay mucho de su esencia en tus rasgos, tal vez en tu voz, incluso en tus costumbres y hasta en tus manías.
Cuando el amor fue fuerte y profundo, queda tanto que la muerte no se puede llevar. Tienes tus recuerdos, tal vez aún puedes preparar esa receta que ella preparaba, o escuchar la música que compartiste con ella, tal vez eres un lector apasionado porque ella te lo transmitió, tienes todo lo que te enseñó, y hasta esas frases que te sorprendes a ti mismo repitiendo a tus hijos o sobrinos. Mi mamá solía decirme que cuando el amor de una mamá es suficientemente fuerte, es como un manto que cubrirá a sus hijos y los protegerá del desamor y de la crueldad de la vida, aún cuando ella una madre ya no camine con sus hijos.
Y no sientas remordimiento, no hay nada que el amor de una madre no perdone, no importa cuántas veces reñiste con ella, no existe relación perfecta, en la que alguien no salga lastimado. Muchos de los malentendidos no fueron tu culpa, o la de ella es natural que existan desacuerdos entre padres e hijos. He sabido de madres que siguen visitando a sus hijos en la cárcel, aún cuando hayan sido los peores delincuentes. Sin importar cuales hayan sido tus faltas, te aseguro que ella antes de partir te perdono y se sintió orgullosa de ti hasta en su último aliento.
Llévala siempre contigo, nunca la olvides, nunca dejes de honrarla, el recuerdo y la costumbre siempre serán más necios que la muerte. Y vive, vive con voluntad y con coherencia, se feliz, disfruta tu vida, esa es la mejor manera de agradecerle a ella por traerte a este mundo. El último deseo de toda madre que presuma de amar a sus hijos, es que ellos sean felices y que tengan una vida plena.
Y si tú eres de esos afortunados que aún tienen a su madre consigo. ¡Qué esperas! Amala, hazla feliz, ve a visitarla todos los días, hazla sentir especial, hazle saber que es una de tus prioridades. Llénala de regalos y detalles hoy y todos los días. Por favor no le regales enseres domésticos ni trastos de cocina (a menos que ella te lo pida), no la hagas cocinar este día de las madres, llévala al mejor restaurante que puedas pagar y por favor no le lleves serenata esperando que al día siguiente te atienda para curarte la cruda. Y abrázala muy fuerte, a veces para una madre le mejor regalo es saberse amada por sus hijos.
Abrázala por mí, que este 10 de mayo no podré abrazar a mi mamá. Y dile que la amas, si tienes un problema con ella arréglalo hoy, hazlo ahora. La relación que se debe llevar con una madre, así como con cualquier ser querido: es con la consciencia de que tal vez mañana esa persona ya no estará contigo.
Les mando un fuerte abrazo a todos esos hijos que este 10 de mayo no estarán con sus madres, pero que llevan un cálido recuerdo de ellas en sus corazones. ¡Feliz 10 de mayo!
Hasta la próxima
In memorian de Pilar García, la mejor mamá del mundo; 1962-2016 Porque también somos aquellos que hemos perdido.