Diurnarius
Misterio sin resolver
Lo que parecía haber sido un trofeo electoral, que le daba una bocanada de oxígeno a la estrategia fallida de seguridad del Gobierno Federal y de la que, hasta el gobernador de estado, José Ignacio Peralta Sánchez, había querido colgarse su medallita sin haber participado en la detención del criminal más buscado de Colima, por el que la Procuraduría General de la República (PGR), ofrecía una recompensa de 10 millones de pesos; simplemente se esfumó, desaparecía, así como fue capturado Gerardo Mendoza alias “Don Gera”, tres días después misteriosamente fue asesinado a golpes por otro interno, en una supuesta riña dentro del Penal Federal de Puente Grande, en Jalisco, adónde había sido trasladado, después de haber sido capturado por fuerzas federales “sin realizar un solo disparo” en el municipio de Ixtlahuacán.
Sin embargo, la detención y asesinato de Gerardo Mendoza, deja una serie de incógnitas, que seguramente como sucede en este tipo de casas, pasará a la posteridad como uno más de los “Misterios sin resolver”, ya que no solo, son las dudas que generó la facilidad con la que fue capturado por fuerzas federales, sino por la relativa sencillez con la que fue asesinado un criminal de alta peligrosidad, dentro de un Penal Federal, lo que resulta inverosímil, ya que cualquiera con los conocimientos básicos de seguridad y manejo de reos, habría sabido que un detenido con ese nivel de peligrosidad, no podía estar recluido en un área común, y menos sin la seguridad necesaria para el manejo de este tipo de reclusos.
Lo que resulta increíble es que la misma PGR sabía de su peligrosidad e importancia de su detención y aun así, le dieron el trato de un delincuente de poca monta, enviándolo a un penal de mediana seguridad, y casualmente nunca lo mostraron a las cámaras como lo han hecho con otros capos del narcotráfico; siendo que el día de su detención lo señalaron como probable líder de un organización delictiva que operaba en Colima y Michoacán, además de traficar con diversas drogas a Estados Unidos; pero misteriosamente a pesar de contar con estos antecedentes no le dieron la protección ni importancia que merecía; situación que ha generado dudas y despertado una serie de especulaciones, que han dejado insatisfechos a la opinión pública, pero sobre todo a la población colimense, que esperaba ver resuelto uno de los homicidios más polémicos de los últimos años de la vida política local.
Pero casualmente con el asesinato de Gerardo Mendoza, se da por cerrado otro crimen, el del exgobernador de Colima, Jesús Silverio Cavazos Ceballos, en el que “Don Gera” era señalado como probable autor intelectual de privar de la vida al exmandatario colimense, lamentablemente ahora nadie sabrá verdad, las razones o motivos, o si hubo más implicados en el homicidio de Silverio; sin embargo con la muerte de Gerardo, concluye un episodio más, de la historia sangrienta de Colima, en la que solo quedará como un número más la cifra delictiva.
Sin embargo, en el crimen de Gerardo Mendoza, al igual que en el Silverio Cavazos, siempre quedará la duda razonable sobre las circunstancias en que se dieron sus muertes, pero sobre todo el misterio de porque la autoridad prefirió guardó silencio.
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