Vislumbres: Fecha para recordar
FECHA PARA RECORDAR. –
El 31 de octubre será una fecha para registrar en los anales, porque el presidente de la Cámara de Diputados, anunció ese día la próxima publicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que, entre otros interesantes detalles, anula las onerosas e indebidas pensiones de los ex presidentes de la república, y establece que el próximo presidente de la república sólo ganará 108 mil pesos al mes, y que, como derivación de ello, ningún otro funcionario del gobierno federal podrá ganar más allá de esa suma.
En coincidencia de fechas con lo anterior, y casi por unanimidad, el Cabildo de la ciudad de Colima aprobó “eliminar del presupuesto municipal las partidas correspondientes a la dotación de gasolina, bono de ahorro, pago de telefonía y el bono anual de compensación de enero de cada año, que recibían cada uno de los munícipes”. Partidas que, según el regidor Omar Suárez, de Movimiento Ciudadano, alcanzaban un total aproximado de 3 millones de pesos anuales.
Pero, contrastando con ambas disposiciones, ese mismo día 31, el abogado Bernardo Salazar, presidente del Supremo Tribunal de Justicia en Colima, declaró que es “imposible reducir [los] salarios de jueces y magistrados” y presentó ante los diputados locales el presupuesto de egresos para 2019, por 276 millones. Cifra que, sola, tal vez no signifique mucho, pero que representa 68 millones de pesos más que la del presupuesto de 2018. Y de la que, según su propio decir, casi el 95% se irá directo al pago de su cuantiosa nómina.
Todo ello ante el más completo silencio de la bancada local de Morena que, o estaba esperando que los diputados federales les pusieran la muestra, o estaban haciéndose los disimulados para cobrar sus dietas de octubre, noviembre y diciembre, conforme al presupuesto asignado desde el año anterior.
REACCIONES Y REPERCUSIONES. –
No hemos sabido (o no he sabido yo) que, en algún otro de los nueve cabildos colimotes, sus integrantes hayan decidido tomar una resolución similar a la que tomaron sus pares del municipio capitalino, pero es de esperar que así deberán de hacerlo, y es de notar también que, no habiendo sido un regidor de Morena el que realizó dicha propuesta, los de Movimiento Ciudadano rebasaron a aquéllos literalmente “por la izquierda”.
En ese mismo contexto, y ante el no explicado silencio de los diputados de Morena y del PT en Colima, el inmediato día 2, la diputada naranja Remedios Olivera, hizo una propuesta similar en cuanto corresponde a los diputados locales. Ganándoles así, la delantera, a quienes habían hecho suya tal promesa de campaña.
Pero quienes no están para nada conformes con la mencionada Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, son los integrantes del Poder Judicial en prácticamente todo el país, quienes, hace apenas semana y media (el 25 de octubre para ser exactos), hicieron “un llamado” a todos los órganos del Poder Judicial de la Federación (PJF) a defenderse (sic) de lo que consideran ataques que pretenden vulnerar la independencia de la función judicial y doblar al único contrapeso de los otros poderes de la Unión, mediante los proyectos legislativos que pretenden reducir sus salarios”. Y de manera risible alegan que todos los órganos del Poder Judicial “se encuentran constitucionalmente imposibilitados para reducir las referidas remuneraciones”. Sin ponerse en ningún momento a considerar que, comenzando por las altísimas percepciones de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, sus emolumentos son, en comparación con las que recibe la inmensa mayoría de los trabajadores, no sólo injustas sino insultantes.
En ese sentido recuerdo que un día muy cercano a las Fiestas Patrias, el senador Ricardo Monreal señaló que “no se puede seguir teniendo a un pueblo en la pobreza con jueces, magistrados, ministros, gobernantes y políticos en el exceso, la opulencia y con privilegios”. Molestando con ello a dichos señores, pero provocando a la vez que algunos reporteros sacaran a la luz numerosos casos en los que se evidenció la poca limpieza administrativa en que no pocos integrantes de dicho Poder incurren, al tener, por ejemplo, inscritos en sus nóminas locales y federales a numerosos parientes suyos.
El hecho, por otra parte, de que incluso algunos de los miembros más connotados de la SCJN afirmen que, conforme lo señala el Artículo 94 de la Constitución, “el salario de los ministros no se puede reducir durante su encargo” no es sino una insostenible argucia legal, porque entonces uno se preguntaría ¿cuándo sí? Porque siempre hay, también por ley, ministros en funciones. Y, por otra parte, si varios de ellos alegan que “la remuneración que reciben es para que sus resoluciones no tengan influencias ajenas”, nos están dando a entender que son (o pueden ser) venales por necesidad. Y que, si el pueblo mexicano los obliga, finalmente, a ganar menos que el primer mandatario del país, ellos podrían aceptar ser influidos en sus decisiones judiciales mediante ciertas aportaciones del público interesado, para compensar su déficit salarial.
EL PRESUPUESTO DE PERALTA Y EL PROTAGONISMO DE YÁÑEZ. –
Ligando otro tema con el anterior, quiero comentarles que, el pasado Día de Muertos salió publicada una nota en la que Andrés Manuel López Obrador estaría afirmando que el presupuesto que su gabinete económico tiene contemplado para 2019 “sí alcanzará para cumplir con los compromisos que adquirió en su campaña”. Pero tocó la casualidad de que unas horas (o días) antes, el gobernador de Colima, le había enviado ya, al Congreso Nacional (y a quien demás corresponda), el presupuesto estatal para 2019, con un nada discreto aumento del 8.4%, respecto al presupuesto anterior. Por lo que deduje al menos un par de cosas: que a nuestro brillante gobernador economista no le cayó el veinte de que debió de programar un presupuesto más austero, en sintonía con el próximo gobierno federal, o que le valió grillo esa idea, y que está considerando ese notable aumento por si las bancadas amnloistas quisieran meterle tijera a sus inmoderados cálculos.
Como rebote de esa noticia, fue sumamente curioso el hecho de que la diputada federal Claudia Yáñez Centeno, saliera de inmediato a declarar: “El gobernador ya me entregó el presupuesto, vamos a reunirnos con él y posteriormente con los presidentes de los municipios para ver sus presupuestos”. Agregando que ha platicado con varios de ellos y con los representantes de las comunidades, para hacerles llegar los proyectos que tienen (de obras hidráulicas, producción, pesca, acuacultura, etc.) a las autoridades correspondientes en busca de su aprobación, “por estar en esas comisiones”, y que sería ella misma quien estaría buscando una junta del gobernador y los alcaldes con el diputado presidente de la Comisión del Presupuesto para que dialoguen. Todo ello sin omitir el dato de que “está trabajando para cabildear para que se le asigne la mayor cantidad de recursos para Colima”, y de que para esos efectos ya “hablé [incluso] con el senador Alfonso Durazo Montaño, próximo secretario de Seguridad Pública Federal”, para que le asigne a nuestro estado más recursos en esa materia.
No me parece mal que la novel legisladora se esté moviendo para, como ella dice, se destinen mayores recursos a Colima y para que nuestra entidad “progrese y se desarrolle”, pero ¿acaso ella se manda sola? ¿Y no sería mejor que en vez de tanto yo-yo se coordinara con los demás legisladores federales? Porque con su protagonismo está dando a entender que sólo ella las puede, y tal actitud redunda (o puede redundar) en un mal sobre el proyecto que el presidente electo tiene.
EL COMPLÓ DE LOS GOBERNADORES. –
Motivado por el presupuesto de JIPS, y tomando en cuenta que el aumento que consideró su gabinete está más de 3 puntos arriba que los de la inflación anual acumulada, sentí algo de curiosidad y me puse a revisar las notas de la Internet, para ver si los otros gobernadores estaban haciendo algo parecido, llegando a la conclusión (todavía parcial, porque faltan varios) de que la mayoría de quienes ya lo presentaron (pero invariablemente los del PRI y del PAN), están enviando los suyos con aumentos bastante similares al que JIPS por su parte envió. De tal modo que, aun cuando la declaración atribuida a AMLO fuera verídica, ya podemos advertir que los gobernadores de la oposición ¡no van a permitir que el presupuesto federal le alcance! Y que, como le están pidiendo de más al gobierno federal, y éste no podrá asignárselos, en cuanto comience el segundo trimestre de 2019, se pondrán a decir que, si no pueden ellos cumplir con sus propios compromisos de gobierno en sus respectivas entidades, se deberá al hecho de que el nuevo presidente les está escatimando los recursos. Lo que equivale a decir que los gobernadores que de las futuras oposiciones, ya están organizando un compló en contra del presidente López.
AGUINALDO COMPLETO EN LOS PRIMEROS DIAS DE NOVIEMBRE. –
Durante los primeros días de el mes en curso estuvo circulando en las redes un supuesto oficio emitido por la Subdirección Nacional del ISSSTE, y avalado por el Secretario General del sindicato correspondiente, en el que dice que “por instrucciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y de la Dirección General del ISSSTE”, y de conformidad con un Decreto equis (que no especifican), todos los trabajadores federales estarían recibiendo “la totalidad de su aguinaldo, o gratificación de fin de año” en una “sola exhibición”, durante el lunes 5, si su pago es “en depósito”, o el martes 6, si se realiza por cheque.
Ignoro si tal pago se haya realizado ya, o si el oficio en cuestión fue apócrifo, y por tanto nada de lo que anunció es cierto. Pero en el caso de que ello sea verídico, la única razón que pudiese explicar la idea de que los aguinaldos de los empleados del gobierno federal pudiesen recibirlo “en una sola exhibición” y en forma generalizada, sería la de que los funcionarios del gobierno peñanietista tuvieron miedo a tener que cobrar la segunda parte de tales emolumentos ya durante el sexenio de López Obrador, quien, viendo tal vez lo exagerado de algunos de ellos, hubiese podido tomar la decisión de anularlos.
LA REBATIÑA SIGUE. –
La rebatiña (y las alegatas) por la decisión de cancelar la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco siguen como si apenas hubieran comenzado ayer, y no se contentan los de las opiniones contrarias, pese a darse cuenta de que no fue gran cosa lo que en realidad pasó, y de que no le cayó el chahuistle a México porque AMLO se haya salido con la suya.
Lo acusan, como ha sido siempre, de ser un “mesías tropical”, de ser un necio, un dictador en potencia, de que “cada vez más se parece a Hugo Chávez”, sólo porque no ha variado un ápice de lo que tanto habló durante su campaña, y porque al tomar tales decisiones le está cumpliendo al pueblo lo que prometió.
Hace poquito menos de una semana, cuestionado al respecto, el politólogo e historiador Lorenzo Meyer, explicó que, para lograr un verdadero “cambio de régimen, se requiere destruir intereses creados”. Por lo que, dolido tal vez por la publicación de la ley que lo privará de su pensión presidencial, y lo limitará para seguir haciendo los negocios que solía hacer, Vicente Fox despotricó nuevamente en contra de Andrés Manuel, diciendo que la consulta había sido “una pendejada”. Una pendejada, quizá, pero por la que está muy contenta una parte muy amplia del pueblo mexicano que, más preocupada porque los ricos puedan ir a volar a gusto, vive cada día con la perspectiva de conseguir suficiente para comer y sufragar sus gastos básicos.
APLICAR LOS REGLAMENTOS. –
Ahora que acaban de iniciar sus labores las nuevas administraciones municipales, sería muy bueno que tomaran la determinación de aplicar, casi como quien dice a rajatabla, los reglamentos existentes en materia de limpieza pública, y multaran a cuanto ciudadano vaquetón y cuachalote existe, y de los que no barren siquiera el frente de sus casas, tiendas, talleres y demás. Y que no le tengan miedo a eso porque no en vano prometieron “cumplir y hacer cumplir, la Constitución de la República, la Constitución local y los reglamentos que de ellas emanan”.