Resoluciona: El ojo tras la nube
El ojo tras la nube
A propósito de que un expresidente anda organizando un nuevo partido político y va también para quien quiera emprender una situación personal, un logro, una meta, Ana de La Reguera acaba de expresarles a la quejumbrosa y airada expresión de Carlos Loret y doña Adela Micha, palabras más, palabras menos, que los medios de comunicación, obviamente sus personajes que salen a cuadro en televisa, si inciden en colocar a un gobernante ya que atrás de ellos hay toda una estructura de poder e intereses. Ya dejando a la guapa Ana, agregaríamos que gobierno, grupito de empresarios y la televisión han establecido una relación donde el estado se mueve por intereses que no son los que se enfocan en eliminar la pobreza, aprovechar nosotros nuestros recursos, en posicionarnos como una nación poderosa y satisfecha llena de oportunidades, dada nuestra riqueza natural.
En esta experiencia, de no atención hacia el pueblo que se gobierna se ve claramente la ausencia de saber manejar la palabra desde la ética: “lo que digo lo hago” …cuando Calderón habla de organizar un partido nuevo lo más seguro, por el patrón en que se deduce que él transita, solo con ver su actuación política y muertos por doquier, encontramos que pueden cambiar las formas pero que si no ha trabajado sobre su propio esquema mental y emocional, para luego desde allí permear una diferencia de valor hacia quienes se acercan a participar, entonces aparentemente veremos cosas nuevas, pero en realidad no hay avance, creándose la ilusión de que se camina de un punto hacia otro pero es solo caminar en círculo. El malestar allí está.
La palabra entre nuestros gobernantes y en nuestro uso cotidiano tiende preponderantemente a rendir culto al sofisma, al espectáculo, a la prestidigitación y se cree que siendo así se gana y se vive en serenidad, certeza y alegría…chequen la manera en que viven muchos “oligoexpresidentes” y verán que si en el área económica están bien, su área de salud o de sentirse feliz no lo están, simple y sencillamente porque en su patrón psíquico-emocional su actuación es movida principalmente por la ansiedad, el rencor, el miedo y depresión.
¡A lo que nos truje!
Bueno, teniendo lo anterior como una antesala nos adentramos al tema “El ojo tras la nube o “La nube que enturbia a tu ojo”.
No por estar cobijados por la ciencia, la academia, y hasta todavía el párroco, podemos vivir en certeza.
Puede ser que su nube sea muy espesa y aunque expongan información muy pertinente, al final de cuentas lo que cuenta es lo que cada quien hace con la información.
Por ejemplo, Hemingway termina suicidándose habiendo escrito entre varios libros, uno en torno a la no violencia y la iluminación. Aparte, las ideas en toda su obra eran de un humanismo bellísimo y noble.
La nube que enturbia, en Julius Robert Oppenheimer le llevo a la creación de la bomba, mientras que David Bohm, y por eso a veces no se le hace justicia, se retiró del proyecto Manhattan donde operaba Robert.
En otras palabras sírvete de la ciencia, sírvete de la literatura, sírvete de cualquier expresión pero lo que uno hace con cualquier tipo de información, idea, persona y cosa es responsabilidad de haber quitado en lo más posible esa nube que enturbia, esa nube que nos hace creer que nuestra plataforma de conciencia desde donde nos dirigimos a lo que queremos es asunto de suerte, es asunto de herencia, de genética, es asunto de hábito, de zodíaco sin apostar que al final de cuentas es nuestro asunto, no echemos culpa a nada y hagamos la guerra al interior de nuestra psiquis.
El verdadero guerrero lucha hacia el interior propio para cortar la cabeza a nuestra medusa, así la nube se clarifica y se deshace dando paso a la luz clara.
Estamos viviendo en tiempos de la más alta ansiedad, violencia cotidiana y temor esperando que “alguien” nos resuelva nuestro asunto.
Si ese alguien, llámese gobierno, papá, jefe, hermano mayor, líder, santo, científico, sacerdote, político, benefactor, samaritano, altruista, jefecita funciona bien o mal, que no nos preocupe, ocupémonos de ver desde que plataforma de conciencia estamos viendo el exterior social, convencional pero tengamos en cuenta que si primero me hago responsable de, como se dice en la gestalt, cuidar mi propia caca de vaca, explorarla, ver como jalonean pensamientos y sensaciones en mi persona, entonces estoy aprendiendo a ver desde mi luz y no desde mi complejo caprichoso.
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