Café exprés: Finales de conferencia

Finales de conferencia

Ya sabemos qué equipos van a jugar el super bowl LIII. Sí, ese evento deportivo que es uno de los más vistos, televisados y, a la vez, emocionante en el mundo.

Ese juego determina quién es el campeón mundial (así lo nombran los gringos cuando la liga sólo se realiza en su propia nación) de la NFL; una de la ligas más y mejor armadas, con la mejor infraestructura y organización en cuanto a temas deportivos se refiere.

La NFL la conforman treintaidós equipos; dieciséis de la conferencia americana y dieciséis de la conferencia nacional, que al final final se enfrentan en un duelo para determinar al campeón absoluto.

Por parte de la conferencia nacional los indiscutibles ganadores fueron los Rams de Los Ángeles, que desde 2002-2003 cuando Kurt Wagner era quarterback no figuraban. Del otro lado tenemos como campeones sí, a los Patriotas de Nueva Inglaterra, oootra vez.

El año pasado también fueron los campeones de la conferencia americana y, en un encuentro de super bowl se enfrentaron a unas sorpresivas Águilas de Philadelphia (quienes al final se levantaron con el trofeo Vince Lombardi).

Para nadie es desconocida la faceta triunfadora de Bill Bellichick, Tom Brady y compañía; llevan cerca de dieciséis años siendo una dinastía y, pareciera que nadie en la conferencia americana puede ganarle a los llamados Pats, y a veces también esa tónica se extiende a la conferencia nacional puesto que Tom Brady lleva ya, en su carrera, cinco anillos de super bowl, toda una mano con un anillo en un dedo respectivamente.

Yo en esta ocasión y, como casi siempre, iré contra los Patriotas de Nueva Inglaterra.

Es un equipo que me gusta, no tengo nada contra de ellos. Si bien hace dieciséis años no eran nada, no figuraban en nada y eran un equipo perdedor, levantaron el vuelo y ahora están ahí, en la cúspide, en lo más alto; son un buen equipo, han traído a buenos jugadores, otros se han ido, pero la base ahí está y parece ser sólida.

Iré contra los Pats por dos razones, siempre le voy, en el super bowl a los equipos de la conferencia nacional (así sean acérrimos rivales de mi equipo favorito los Dallas Cowboys); segundo y creo que el más importante, sí, los Pats son un gran equipo, tienen maravillosos jugadores, son una dinastía, lo que ustedes quieran y manden pero tienen un defectazo, defectazo que hace que eso que llamamos dinastía se vea opacada: el juego sucio.

Los Pats no saben eso de fair play que, traducido, sería juego limpio, no, ellos no entienden de esto. Lo digo por las múltiples ocasiones en que se han visto envueltos en dimes y diretes sobre sus triunfos. Que Bill Bellichick espiaba las jugadas del equipo rival, que en varias ocasiones jugaron con balones desinflados y que siempre las decisiones arbitrales los han favorecido (como en el juego contra los Jefes de Kansas City, del domingo pasado), amén de que en lo extradeportivo también son unos patanes, baste recordar las palabras que dijo el entrenador en jefe Bill Bellichick luego del juego que tuvieron en terruño azteca.

Palabras que no reproduciré en esta columna porque fueron lamentables y donde se expresó terriblemente mal de la gente de México, de la Ciudad de México, del estadio y muchos detalles más.

Por eso y más creo que #MerecenPerder, ese será mi hashtag, #MerecenPerderLosPats el super bowl LIII por su calidad moral y deportiva que es deplorable.

Alguien me decía, a modo de defender al equipo, que todos los demás espían al otro equipo; yo creo que todos los demás equipos lo que hacen es estudiar al rival (no espiarlo al punto de saberse el plan de juego del equipo rival). Espiar y estudiar son verbos muy diferentes, que significan cosas diferentes. Espiar es tratar de encontrar información secreta sobre algo o alguien, acechar (cosa que los Pats hicieron con muchos equipos, en tanto otros rivales, lo que hacen es, estudiarlo).

En fin, así la “carrera” de Tom Brady se ve manchada.

En mi vida de aficionado al deporte de las tacleadas (treinta años o poco más) he oído que Joe Montana (gran quarterback de los 49´s de San Francisco) se haya visto envuelto en semejantes dimes y diretes. Bret Favre tampoco, Troy Aikman menos, Daunte Culpepper nada, Warren Moon no, Jim Kelly, Dan Marino, Bernie Kosar, Jeff George, Steve Mcnair, en fin, nadie, ni el mismísimo Mark Sánchez (Mark Sánchez no se sabe el plan de juego de su equipo, pero no se ve envuelto en tremendo escándalo como sí ha estado Tom Brady.

¿Y qué hizo la liga?, la liga lo castigó con cuatro partidos de suspensión. Cuatro, es absurdo. Cuando el entrenador en jefe de los Santos de Nueva Orleans Sean Peyton fue suspendido toda una temporada cuando se supo que premiaba a sus jugadores cuando alguno de ellos lesionaba a uno de sus rivales. Tom Brady debió de ser castigado casi casi de la misma manera, toda una temporada fuera de los emparrillados.

Está también el uso de los balones desinflados y muchos prietitos en el arroz en la brillante carrera de uno de los que podría ser el mejor mariscal de campo de todos los tiempos: Tom Brady. No necesita esta fama, su calidad es innegable, sin embargo los rumores, los dichos, las malas noticias, los escándalos ahí están, han estado y estarán en su foja de servicio; ahora, para este super bowl 53 que ya está en puerta a jugarse el 3 de febrero en el Mercedez Benz Stadium de Atlanta Georgia Tom Brady se verá las caras con un quarterback novato y mucho más joven que él (diecisiete años la diferencia de edad). Las estadísticas dicen que Brady siempre ha salido victorioso cuando se enfrenta a un novato…

Veremos quién gana, experiencia o juventud. Por lo pronto mi hashtag será #MerecenPerderLosPats. Y le iré, inequívocamente a los Rams que vuelven a ser de la ciudad de Los Ángeles. 2019/66 años de la ACPE.