Baúl Analítico: Con la vara que midas serás medido
Con la vara que midas serás medido
“Con la vara que midas serás medido”, una frase muy profunda que hace una crítica constructiva, dicha frase nace gracias a la enseñanza filosófica del Gran Maestro Jesús de Nazaret en el evangelio según San Lucas, capítulo 6 versículos (36,38), de la misma forma esta enseñanza también se hace presente en los evangelios de San Mateo (7,2) y San Marcos (4,24). La interpretación de esta frase varía conforme al Evangelio según la religión que se profese, de la misma forma con los paradigmas o circunstancias en que se aplica a los individuos. Basándonos en el pensamiento de filósofos como Thomas Hobbes y Nicolas Maquiavelo, el ser humano es malo por naturaleza. Hobbes nos explica en su obra literaria titulada “El Leviatán” que el ser humano se muestra hipócritamente ante la sociedad, demostrando sus virtudes ante los demás, pero la realidad es que en el fondo lleva dormido a un monstruo capaz de hacer cualquier cosa inimaginable por llegar al poder y obtener el triunfo personal del individuo. Maquiavelo por su parte nos explica en su obra titulada “El Príncipe” las formas de estado y los diferentes tipos de principados que conforman al reino o al Estado, es así como nacen los tipos de poder y lo que el individuo es capaz de hacer con tal de llegar a dicha posición y mantenerse en ella, demostrando así su lado más obscuro y cruel. Ambas obras hacen referencia al mal que constituye al ser humano, esto nos da a entender que vivimos en un mundo cruel y despiadado socialmente hablando, donde la sociedad no tiene piedad hacia el prójimo, aplicando en su máxima expresión las filosofías de Hobbes y Maquiavelo. La sociedad se ha especializado con excelencia en la crítica, así mismo vivimos en un mundo superficial y materialista, donde la esencia de los individuos ya no tiene lugar en la sociedad, este concepto que se caracteriza como una luz que constituye y fundamenta a cada ser humano que habita esta tierra, esta luz que demuestra lo que es el individuo por dentro, que ilumina el alma, que da el toque de originalidad y personalidad a todo, este sello personal al que se le llama esencia es un factor que se ha perdido por la culpa del leviatán que llevamos dentro. Ahora bien ¿Cómo relacionamos esto con la enseñanza de la frase que estamos analizando? Si bien es cierto, la imperfección es parte de nuestra constitución y la maldad de algún modo se encuentra en nuestro ser por naturaleza, según la filosofía de Hobbes y Maquiavelo, la mayor parte del tiempo nos dedicamos a “cómo dicen vulgarmente joder al prójimo”, muchas veces por ego, ambición, avaricia y demás anti valores que nos hacen creer que estamos en lo correcto, pero no es así. Ejemplos: la mayor parte del tiempo, cuando le sucede algo al de a lado, lejos de preguntarle en qué se le puede ayudar, lo criticamos, si el amigo comete un error lo juzgamos, sin ponernos a pensar cuáles fueron las causas o circunstancias que lo llevaron a cometer ese error, si alguien pide la mano se le da la espalda, si vemos a una mujer con minifalda de “casquivana” no se le baja, no pensamos, no analizamos, no nos ponemos en los zapatos de la otra persona, éstas son las actitudes y posturas que la mayoría de las veces toma la sociedad cuando se presenta una situación en la que lejos de demostrar la educación y los valores, se demuestra lo corriente e ignorante que puede llegar a ser la sociedad en general, así mismo haciendo sentir mal o aplastando a la persona que lejos de ser juzgada, lo que ocuparía sería la comprensión y atención de los demás, de esta forma se demuestra el “leviatan”, el “monstruo”, la “bestia” que se lleva dentro. En esos momentos cuando se presentan situaciones en las que deberíamos reaccionar en favor del prójimo, es cuando debemos analizar y hacer conciencia de la gran enseñanza que nos dejó el Gran Maestro Jesús de Nazaret, “con la vara que midas serás medido”. Ya que Dios nos juzgará como nosotros juzgamos a los demás, así mismo hay que tomar en cuenta como nos gustaría que nos trataran y vieran a nosotros, hay que dar amor, valor y respeto hacia los demás, ya que estas son las bases fundamentales para tener un buen trato. Para los no creyentes también aplica esta regla de oro “con la vara que midas serás medido”, podemos encontrar la explicación de esta frase con la “ley de causa y efecto”, está ley nos explica que el universo se rige por leyes inquebrantables y una de estas leyes universales es la “ley de causa y efecto”, es decir toda acción conlleva una reacción, aquí la energía universal pone todo en su lugar, ya que todo lo que tu des se te devolverá y depende de la vibración que genere tu cuerpo etérico (alma) es la fuerza con la que te será devuelto todo lo que tu des. La ley de la causa y efecto la estableció Isaac Newton en las leyes de la física clásica, aquí es donde propuso la ley de acción-reacción.
En conclusión, Dios, el universo, la energía, todo es acomodado en su lugar, en orden, seas creyente religioso o no, religiosa y científicamente hay una explicación para comprobar que esta frase es una enseñanza que aplica en las consecuencias de nuestros actos, por eso siempre piensa, analiza y actúa con serenidad y templanza, ya que todo te será devuelto de igual o mayor proporción como tú lo des, antes de criticar, juzgar, participar en chismes, rechazar, humillar, maltratar, hacer daño al prójimo, piensa, analiza y fórmula esta pregunta ¿me gustaría a mí ser tratado de esta manera?, así mismo recuerda que todos merecemos respeto. Recuerda que en todo lo que pienses y expreses “con la vara que midas serás medido”. Una enseñanza milenaria que muy pocos logran comprender en su total plenitud, pero que cuando haces conciencia de ella, logras entender su significado y aplicarla en tu vida diaria, atraerás siempre lo que deseas para ti. Una enseñanza para el desarrollo personal y espiritual del ser humano.