Bitácora de Marly: Tanya Covarrubias busca visibilizar la infancia migrante en Colima
Tanya Covarrubias busca visibilizar la infancia migrante en Colima
La coordinadora del proyecto “Niños y niñas de azúcar” habla sobre las vertientes de su trabajo con infantes migrantes.
Tanya Covarrubias nació en Los Cabos, Baja California Sur. Es una mujer migrante porque su lugar de origen no le ofrecía la oportunidad de aprender danza. Siempre ha sido aventurera, comprometida, le gustan los retos, pero le gusta más la idea de poder compartir. Todos estos factores la hicieron moverse de su tierra natal.
En el 2016 radicaba en San Luis Potosí, le escribieron desde la Secretaría de Cultura para que asistiera a una capacitación en la Ciudad de México, especializada en el trabajo con infantes migrantes. Acudió a las sesiones, se quedó como coordinadora del proyecto “Niños y niñas de azúcar” y se mudó al estado de Colima; cabe resaltar que el título es una metáfora para referirse a los infantes y sus familiares que provienen principalmente de Guerrero y Chiapas, quienes durante la zafra, viven en albergues de las comunidades: El Trapiche, Quesería, El Cóbano y Tecomán.
−̶̶−¿Cuál es la importancia de trabajar con las familias de los ingenios azucareros de Colima?
−̶̶−Mi bandera desde el principio fue hacerles visibles porque muchas de las personas, incluso quienes viven aquí en Colima, ni siquiera están enterados de que existen los albergues cañeros. Así que mi causa principal es visibilizarlos; y sobre todo, que ellos y ellas conozcan que hay diferentes tipos de expresiones artísticas.
Nadia López, poeta mexicana bilingüe tu´un savi-español, compartió en Facebook que le daba alegría ver la pasión y el compromiso del trabajo en equipo de Tanya Covarrubias y Cristóbal Barreto, músico y cuentacuentos.
−̶̶−¿Cómo conoció Nadia López el proyecto “Niños y niñas de azúcar”?
−̶̶−Ella lo ubica porque para el cierre del proyecto yo estoy, en conjunto con Cristóbal Barreto, escribiendo un poemario que se llama Paisajes de azúcar, el cual también es una pieza de danza. Una cosa que me pasó al principio en los albergues es que llegué a jugar y resulta que me enfrenté a la lengua materna de las personas, el amuzgo y el náhuatl. Entonces me decía: “Ok. ¿Ahora cómo me comunico con ellos?”.
No todos hablan amuzgo. No todos hablan náhuatl. Sin embargo, sí tenía identificados a ciertos niños y niñas. Me pregunté: “¿Quién me va a traducir el poemario?”. Lamentablemente en los albergues la gente no sabe escribir ni leer. Así que en Facebook comencé a buscar un traductor y me encontré con Nadia, realmente conocía muy poco su trabajo, y ella me contactó con su pareja. Es Edgar quien me está traduciendo el poemario.
−̶̶−¿Cómo te sientes de que Edgar Meza haya decidido traducirles el poemario al náhuatl?
−̶̶−Es bellísimo porque tuvimos la oportunidad de encontrarnos cara a cara hace unas semanas en la Ciudad de México. En primer lugar, Nadia y Edgar me parecen personas súper valiosas. Y en segundo lugar, entendimos el caso de Nadia, porque ella también fue una niña migrante.
Todo el impacto que generan las expresiones artísticas en la infancia al final repercute en la adultez. Hace unos días, Nadia viajó a la India para leer sus poemas. Entonces es importante contactar con Nadia y Edgar en el sentido más humano, más allá de lo profesional.
El próximo miércoles 27 de noviembre, Tanya Covarrubias participará en la 40° Muestra Nacional de Teatro, que se está llevando a cabo en Colima, con la charla “Encuentro de Artes Escénicas para Niños y Niñas de Azúcar: resignificar el espacio”. Nos adelanta un poco de su experiencia en ese proyecto.
−̶̶−Los niños y las niñas se dan cuenta que hay otros migrantes, quienes son artistas, bailarines. Me quedo con la satisfacción de que ellos preguntaran: “¿Y yo también puedo llegar a bailar e ir a otros lugares?” Y yo: “¡Claro que sí!”. Fue todo un proceso económico, de romper el cochinito para hacerlo posible, pero valió la pena.
−̶̶−¿Cuál es el futuro del proyecto que te trajo a vivir a Colima?
−̶̶−Me interesa continuar con él. Llevar el poemario a otros lugares, poder estar en ferias de libros, con la necesidad de hacer visible a este otro tipo de infancia. Porque normalmente se habla de ella, pero existen distintas infancias. No es lo mismo crecer en Colima que en un albergue. No es lo mismo ir a una escuela pública que a una de paga. Me interesa que las infancias lleguen a tal punto que consuman lo mismo y se entiendan igual.
Tanya Covarrubias es licenciada en Educación y ejecutante de danza, su formación académica la relaciona con sus proyectos culturales a través del juego. Expresa que la danza es un juego. La educación es jugar también. Una de sus cosas más vitales es el tiempo que pasa jugando. Como promotora de la cultura en la infancia recomienda serle fiel al proyecto en el que se está. Enfatiza en generar un vínculo que vaya más allá de la beca, del mismo proyecto, del resultado. “Realmente para poder ser promotor es importante tejer redes y hacer comunidad desde lo nuestro”.
Fotografía: Nadia López, Tanya Covarrubias y Edgar Meza (de izquierda a derecha). Tomada el 04 de diciembre 2019.