Resoluciona: La crítica punitiva
La crítica punitiva.
La crítica es un instrumento que sirve para discernir y así generar valor o dar valor al asunto que se esté desocultando ante nuestra percepción y lógica racional.
Uno se pregunta ante la crítica:
¿Qué elementos de estética, filosóficos, científicos, espirituales subyacen en la forma de lo que se presenta inmediatamente ante nuestra vista? Es decir, que es lo trascendente y lo que dignifica al ser humano cuando hacemos una crítica para así generar sentido.
No, este tipo de crítica casi no la encontramos, a veces un poco revuelta en buenas críticas puede estar, pero en su estado más cuidado casi no la encontramos a esta crítica valorativa que tratándose del tema que sea nunca descuida el respeto por la Persona, con mayúscula (no confundir con su filia e intereses identitarios).
En el terreno de la política, periodismo de medios tradicionales y el ejercicio de opinión libre de comunicación entre ciudadanos mediante redes sociales y más en la política de partidos sí existe la crítica… pero una crítica punitiva, casi siempre.
En la crítica punitiva el individualismo del “crítico”, pragmáticamente más bien un juzgador, antepone un interés por dinero o imagen de lo que él dice representar (soberbia) y en este tenor corre su discurso donde la lógica queda en manos del capricho subjetivo donde “uno impone para desacreditar al otro” y sin respetarle su valor de Persona, o sea, la crítica va más allá de criticar una postura, proyecto, declaración, termina sometiendo con gran esfuerzo repulsivo al ejercicio de esta crítica punitiva, culposa, ajena, a toda esperanza de sublimación freudiana o de trascendencia kantiana, mucho menos tacto socrático.
Sin tener adherencia partidista veo las declaraciones punitivas que el señor Silvano Aureoles emite hacia su Presidente respecto a la visita que acaba de realizar al mandatario norteamericano y la verdad es de una gran pobreza lógica y carencia de autocontrol emocional lo que sus declaraciones vierten, en términos antiguos es una maldición, es decir, un mal decir expresada por una intencionalidad que sufre. Y en el terreno de la lógica racional olvidar la doctrina mexicana, el sentir de nuestro pueblo respecto a otras naciones y tomando en cuenta el poder de Goliat como máxima potencia (a menos de que unamos China y Rusia) la postura inteligente, ante este gigante, nos guste o no, diría Jalife, es saber mediar, saber persuadir, dar a cada quien lo que le corresponde dijo el iniciado Jesús.
Fue una entrevista de presidentes muy animada donde cada quien obtiene sus trofeos. Cómo me hubiese gustado que así lo hubiesen hecho anteriores presidentes mexicanos.
Si yo fuese oposición… empezaría por hacer crítica valorativa
Si yo fuese oposición organizaría apoyos, campañas para brindar orientación en salud, política, educación física, apoyo terapéutico, financiamiento de casas para los que no tienen, organizar grupos de orientación al ahorro y la productividad, aplicar programas de permacultura para abatir el hambre y la pobreza.
Si yo fuera oposición me mostraría y me empeñaría para actuar con más virtud que el Presidente.
Si yo fuera oposición organizaría grupos terapéuticos en mi partido para moderar la racionalidad, o sea, aprender a reconocer el malestar personal propio, así como patrones e impulsos adictivos hacia lo que Virginia Satir llama víctima y victimario para así ordenar nuestra individualidad, que no individualismo, estableciendo coherencia entre lógica racional, subjetividad individual y la subjetividad del otro, con lo cual se inician procesos de alta comprensión que cada vez requieren menos el auxilio de normas y leyes, porque se está trabajando con la condición humana, pero la condición humana olvidada, la trascendente. La que asume su falibilidad para desde allí animar el orden heroico de nuestro ser persona.
Atención terapéutica y talleres para el ejercicio de la libertad personal al 312 1948753