Al Robot: ¿La Revolución Inteligente?
- Edgar Tercero
- 18 ago 2020
- 7 Min. de lectura

¿La Revolución Inteligente?
Vivimos en un mundo en constante cambio donde se han suscitado diverso tipo de revoluciones, algunas se han llevado para conquistar países, defender los derechos humanos, buscar la libertad, expandir territorios y por supuesto revoluciones tecnológicas.
Hagamos un breve recordatorio sobre algunas de ellas porque es importante conocer el pasado para aprender de sus lecciones y de cómo podríamos sobrellevar nuestro presente.
El ser humano ha ido aprendiendo a lo largo de la historia desde que era un cazador y aparte recolector viviendo como nómada, enfrentando diversos peligros, compartiendo su hábitat con muchas otras especies en ocasiones más grande que ellos.
Una oportunidad que le ayudo a los seres humanos primitivos a sobrevivir fue empezar a trabajar en grupos para obtener el alimento, dominando el fuego, creando armas para defenderse y cazar.
También aprendió a sembrar y pasar de ser nómadas a sedentarios, establecerse en comunidades y obtener su alimento de la tierra, domesticando algunos animales para vivir en pequeñas comunidades que fueron creciendo hasta convertirse en reinos con varias personas.

En todas esas ocasiones fue mejorando las herramientas y sus propias comunidades. El hombre agrícola tuvo su mayor desafío cuando aprenden que se podía cultivar diferentes productos en varios ciclos, las personas con poder adquisitivo tuvieron la oportunidad de hacerse de tierras, cercarlas y ponerlas a producir, haciendo que otras personas trabajaran y pagarán por el uso de suelo.
En este periodo sucedió un fenómeno en Inglaterra que terminaría afectando a todas sus colonias llegando a todo el mundo. Se cambió el uso de lana por algodón, el cual era abundante en sus colonias conquistadas, también se cambió la madera por el carbón que se obtenía de minas, llevando a un invento que cambiaría la historia provocando de esta forma la llamada Primera Revolución Industrial. Se crea la ya famosa máquina de vapor y así el primer tren impulsado por esta tecnología, también llega el barco de vapor que permite distribuir grandes cantidades de material a varios lugares, afectando parte de Europa y Norteamérica.
Se crean las primeras fábricas para trabajar los materiales antes descritos, ofreciendo oportunidad a las personas de tener un trabajo para recibir dinero a cambio de sus esfuerzos en dichas fábricas.
El campo ya no le resultaba suficiente al Agricultor, que cada vez pagaba más impuestos, he aquí que nacen dos clases sociales, por un lado, la burguesía que tenían el poder adquisitivo, dueños de tierras y el proletariado constituido por agricultores y gente pobre. Niños y adultos trabajaban por igual en estas fábricas para obtener el recurso que les permitiría llevar comida a la mesa.

Por supuesto que existe división social y descontentos. Los agricultores deben aprender nuevas técnicas y profesiones para sobrevivir, así como los cazadores-recolectores tuvieron que dejar de perseguir animales cambiándose de región. El agricultor tuvo que aprender de estaciones, y técnicas de sembrado para posteriormente dejarlo todo para irse a las ciudades a ganarse la vida trabajando en fábricas del nuevo mundo que estaba gestándose.
Muchos no se dieron cuenta de este cambio que empezaba a gestarse. De igual forma llegaron dos revoluciones más en los siguientes años. La segunda Revolución Industrial que sucedió entre 1870 y 1914, trayendo consigo inventos como la radio y el teléfono. Cambiando nuevamente la vida de las personas con la llegada de la luz eléctrica, medios de transporte nuevo como el vehículo de Henry Ford, la utilización de combustibles fósiles para mover las nuevas máquinas.

Así llego a finales de la década de los 60s la Revolución Digital trayendo las computadoras, los celulares, energías renovables, el internet entre muchas otras cosas que son una realidad en nuestro día a día en la actualidad.
Esta etapa trajo consigo nuevas tecnologías, nuevas formas de pensar y apreciar el mundo que nos rodea cambiando radicalmente como nos comunicamos, jugamos, trabajamos.

Si ponemos un poco de atención observamos que no importa donde nos encontremos, todos estos cambios se han ido gestando poco a poco en nuestras vidas, formando parte de ellas lo queramos o no. Aquellos que no se han adaptado a estos cambios han sufrido los embates de estas revoluciones algunos padeciendo en sus estilos de vida, siendo apartados del resto del mundo.
Lo que nos lleva a pensar que es una decisión propia de cada ser humano el adoptar cada una de estas tecnologías que han llegado al mundo o simplemente rechazarlas y seguir como hasta ese momento lo estaban haciendo. El cambio cuesta y a veces dar ese paso no es tan fácil debido a la costumbre, así como el rechazo a lo desconocido.
Nuestro mundo está en constante cambio y hoy estamos experimentando una realidad de lo mismo, un evento mundial que vino a cambiar nuevamente como realizamos las cosas, adelantando tal vez muchos de los cambios que iban a tomar tal vez un par de años más. En un par de meses nos estamos dando cuenta que tuvimos que cambiar y adaptarnos al trabajo en casa de una forma sorprendente.
El contacto humano se vio disminuido, aquellos que no estaban preparados para seguir viendo a sus clientes de forma remota provoco perdida de nuevos negocios, continuidad de los negocios anteriores sin posibilidad de actuar. Es el momento de reinventarse, aprender y no dejar ir el tren de oportunidades que se presenta frente a nosotros en estos tiempos.
Hemos visto la gran dependencia que tenemos de los supermercados, hoy en día la gente no sabe cómo cazar, sembrar su propio alimento. Dependemos completamente de un trabajo para poder llevar el alimento a nuestras casas. Inclusive los empresarios deben tener la robustez para atender a sus clientes actuales, así como atacar los nuevos mercados cada vez más exigentes e informados.
En el artículo anterior veíamos como varias profesiones están creciendo y además tienen una ventaja competitiva sobre muchas otras áreas hoy en día.
Hablar hoy en día de economía circular, internet de las cosas, inteligencia artificial, impresoras 3D, autos autónomos, educación a distancia, home Office es cada vez más común y toma más fuerza. En muchos lugares se escucha ya de estos términos y tecnologías, de hecho, ya se escucha por allí de una nueva revolución a la que ahora llaman la Revolución 4.0 donde están por venirse muchos de estos cambios no solo en dispositivos y herramientas, sino que inclusive en la biología misma del ser humano.
Estemos dispuesto a aceptar estos cambios o no ya vienen, el mundo no estaba preparado para una pandemia como el Covid. Ahora en pocos meses hemos experimentado cambios increíbles, no sólo en el trabajo, también en la forma de como actuamos frente a los demás, es una época donde la tecnología mejora, pero también los extremos en las formas de pensar se han vuelto muy fuertes como lo explique con el fenómeno del Filtro de la Burbuja de artículos anteriores.
Estamos en una época donde existen muchísima información gracias a todos los datos que generamos como seres humanos diariamente a través de todos los dispositivos con los que contamos, sin embargo, también las noticias falsas han aumentado, provocando formas de pensar radicales, haciendo juicios basados en comentarios. A veces no nos tomamos el tiempo de analizar las fuentes de donde proviene la nota que nos comparten por diferentes medios amigos o familiares formándonos un juicio sobre las cosas, creyendo todo lo que leemos o vemos por vídeos.
Tan fuerte es la desinformación que somos víctimas de ataques cibernéticos porque nos alarman cualquier noticia y deseamos actuar inmediatamente. Claro otro aspecto de las nuevas generaciones que para todo requieren una solución rápido y pocas veces hacen un análisis a conciencia sobre las cosas. Estamos entregando el poder a aquellos que saben cómo funcionan todas estas tecnologías entregándonos a su sabiduría sin saber si es lo mejor para nosotros. A principios del siglo pasado existían muchas personas que no sabían leer en Latinoamérica y se enteraban de las cosas porque alguien más se los decía o se los cantaba como era en México a través de los corridos quedando a merced de las preferencias del cantante.
Al leer lo anterior creeríamos que eso no nos va a pasar a nosotros porque sabemos leer, hemos ido a la escuela, soy un abogado o médico excelente. Sin embargo, hasta los propios ingenieros se han visto sorprendidos por las tecnologías y noticias falsas actuales, porque se puede conocer, pero no saber cómo utilizar la tecnología.
Veamos un ejemplo de cómo un niño es capaz de agarrar una Tablet o Smarthphone y a base de estar pulsando botones llegan al resultado que quieren. Pero queda en una total neblina del funcionamiento de las cosas sin saber que ese resultado esperado pudo haberles salido más caro por no saber que apretaron y a que accedieron para obtener lo que querían. Nuevamente el utilizar las cosas no significa que tengan realmente el conocimiento de cómo debían hacerlo.
Eso nos pone a merced de la gente que ha preparado esas tecnologías y herramientas que ponen gratis a nuestra disposición.
Nadie le dijo al obrero de la primera revolución industrial que iba a trabajar muchas horas pero que apenas le iba a alcanzar para una rodaja de pan.
Hoy en día nos pueden poner un supuesto robot mujer que habla y contesta preguntas de la vida cotidiana realmente tiene inteligencia propia. Pero no nos ponemos a analizar el tipo de conversaciones tan triviales que están teniendo con el interlocutor que muchas veces es un actor quien ya trae un script de preguntas que puede hacer. Pero como es gente famosa y muy querida creemos que estamos frente al primer robot pensante de la humanidad.

Y cuando algún experto en la materia emite su juicio sobre esa inteligencia denotando observaciones evidentes de que no es un ser pensante, todo mundo lo ignora porque no es tan famoso como la persona que tienen enfrente platicando con el robot.
El no conocer al respecto de las cosas nos hace fácilmente influenciables, es cierto que la tecnología sigue avanzando, pero a veces se desatan carreras entre naciones para demostrar su poderío basándose en cualquier estratagema para hacernos creer que han sido los primeros en lograrlo. Hay naciones que controlan muy bien lo que pueden o no ver sus habitantes, controlan cada movimiento que hacen, que opiniones emiten, la censura es fuerte y debes actuar conforme a lo que dicta la ley.
Pero en los otros países donde no existen tales restricciones somo víctimas de nuestros egos impidiéndonos ver la realidad aceptándolo lo que nos venden otros creyendo ciegamente en lo que vemos en un vídeo, mensaje o imagen en internet.
Algunas personas creen que porque subes un vídeo en internet ya eres famoso, porque considera que todo aquel que sube algo a la red hoy en día debe ser famoso sino de que otra forma podría subir un vídeo. Suena gracioso, pero ese es el mérito de aquel que se atreve a aceptar las tecnologías y nuevos medios de expresión porque están disponibles para todos, pero no todos están listos para usarlas.
Falta mucho por ver en este nuevo siglo y esta nueva Revolución, pero es importante voltear a ver hacia atrás para comprender bien lo que viene adelante.
“El pasado puede ser un gran maestro, solo no hay que clavarse en los errores”