Al Robot: Comodidad Tecnológica
Por: Edgar Tercero
Comodidad Tecnológica
La humanidad sufre cambios constantemente, ya sé por la tecnología que utilizamos, la ropa que nos ponemos, la comida que consumimos, los lugares a los que salimos. Cada época trae nuevas costumbres, ideas, tendencias que generan comportamientos diferentes, para algunos resultan cambios aberrantes, para otros son oportunidades y la gran mayoría solo decide seguir como si nada hubiera pasado, estarán de acuerdo o en desacuerdo, pero algo es muy cierto, el tiempo seguirá transcurriendo mientras generaciones se van y otras llegan.
Whatsapp se encuentra en boca de todos, por sus nuevos términos y condiciones, diciendo que se ha vuelto inseguro, sin embargo, muchos se van a sorprender si le preguntan a un especialista de seguridad informática de que whatsapp no era seguro desde hace muchos años, inclusive en países como Canadá o Estados Unidos su herramienta de textos más común no es whatsapp sino otra aplicación que se llama Telegram, apenas el año pasado varios de mis contactos ya se estaban cambiando de plataforma, cuando yo ya llevaba 5 años utilizando la aplicación, pero en México es más sencillo buscar a mis contactos por whatsapp que por Telegram, sean del trabajo o personales.
Opciones siempre han existido, pero de repente nos gana la costumbre y tratar de utilizar otras herramientas nos resulta fastidioso, otras tantas nos dan miedo ya sea porque no las conocemos, no sabemos como se utilizan o simplemente no es la más popular, pero nos gusta culpar a otros de nuestras propias decisiones. Alguna vez escuchaba una frase la cual me ha seguido desde que la conocí: “No tomar una decisión, también es decidir”.
¿Sabían que existen más buscadores aparte de Google? Había una época donde se utilizaban herramientas para buscar en la web como yahoo, altavista, Netscape, Google llego mucho después, pero hizo lo que los demás no pudieron, sin importar las reglas que se brincarán, hicieron un gran salto para facilitar la vida de las personas. Siempre existen alternativas a todo lo que utilizamos, el tema es que somos seres de costumbres, tenemos rutinas, tomamos siempre el mismo camino, nos levantamos a cierta hora, tomamos café o té, nos gustan los desayunos de cierto estilo, por lo tanto, nos encontramos siguiendo patrones todo el tiempo.
Pero cada uno de esos patrones son decididos por nosotros, cambiarlos es parte de nuestra responsabilidad. Es muy cierto que existen otras personas que se aprovechan utilizando este conocimiento para su propio beneficio. Por eso es muy sencillo sembrar una semilla en nuestra mente, dicha semilla crece generando raíces muy grandes que resulta complicado romper con el paso del tiempo, entonces es sencillo prendar una pequeña mecha para encendernos por un comentario.
Después de leer opiniones, ver memes, escuchar a algunos amigos, la verdad me resulta cómico todo, porque desde hace mucho hemos dejado nuestra privacidad atrás. Antes tomabas una foto para que la abuelita las guardará en su álbum de recuerdos, tal vez un día las volvería a ver en compañía de los nietos o un mero recuerdo, recuerdos que eran privados. Ahora todo mundo puede ver esas fotos, porque nuestro cerebro busca esa dosis de alegría que generamos cuando recibimos aprobación de los demás, o inclusive encender nuestra furia cuando se dice algo que va en contra de lo que pensamos o hacemos.
Así que hoy nos enojamos porque nos ponen avisos de privacidad donde explican lo que hacen con nuestros datos, pero es una práctica que ya se venía haciendo, lo único nuevo es que ahora nos están pidiendo permiso, después de varios años que venimos utilizando las herramientas, difícilmente vamos a decir no las acepto, recuerdan lo que comentaba arriba sobre seres de costumbres. Pero eso no nos impide cambiarnos de solución ¿Cuánto tiempo tardaremos en acostumbrarnos a la nueva herramienta?
El cerebro por naturaleza buscará la forma donde exista el menor desgaste de energía, es por supervivencia. Debemos estar alertas para cosas más importantes, o que creemos que lo son, entonces para que perder tiempo enfadándonos, busquemos una solución, hagamos uso de estas opciones para nuestro beneficio, simplemente dejemos de compartir toda nuestra vida. Compartamos algo alegre, algún pensamiento, aprovechemos estas aplicaciones para reírnos, pero no para subir el minuto a minuto de nuestras vidas, mejor pasemos gratis el minuto a minuto del partido de futbol, tal vez con eso se creen nuevas leyes para aumentar la privacidad en las aplicaciones.
¿Por qué no se quejaron cuando whatsapp agrego la opción de “estados”? Porque nos resultaba divertido, además ya todas las demás aplicaciones ya los utilizaban, para muchos resulto un paso muy bueno. Pero apoco no es inseguro que un niño pueda mandar en un estado fotos de su escuela, los amigos, donde va al futbol, donde vive, eso si que es más peligroso ¿Quién es el culpable? Whatsapp por poner la opción de estados, o los papas que no les enseñan a sus hijos como utilizar la tecnología. Mi punto aquí es que nadie hizo memes, se enojo en campañas nacionales por decir que como se atrevía whatsapp a incorporar esa opción, y realmente es más peligroso subir cualquier cosa a los estados de whatsapp.
Nuestros datos ya se recopilaban desde hace años, inclusive antes de que existieran las aplicaciones o el internet. Veamos algunos ejemplos: al cumplir la mayoría de edad, tenemos la opción de poder votar, para lo cual requerimos de darnos de alta en varias instituciones del gobierno, entre ellos hacienda, bancos, nóminas de trabajo, al comprar una casa, un auto, sacar una tarjeta de débito o crédito. Sería muy inocente de nuestra parte pensar que los datos son 100% seguros al estar en estas instituciones.
Solo basta recordar el número de ataques cibernéticos que recibieron las instituciones bancarias y de gobierno en nuestro país el año pasado. Resulta increíble que semejantes entidades no tuvieran la capacidad para evitar un ataque de esa magnitud. Pero es allí donde nos damos cuenta de que muchas veces no saben cuidar lo que es más valioso para ellos, pero esto nos pone en un gran dilema, porque si nuestras instituciones más importantes se preocupan por cuidar los datos, que podemos esperar del resto de la población.
El problema no es que whatsapp utilice nuestros datos, o que un cybercriminal robe la dicha información, pero recordemos que un dato solo no es significativo, pero cuando estas personas buscan un mayor beneficio saben arreglárselas para atar cabos, seguir patrones para lograr un objetivo específico. El problema es que nos preocupamos por lo insignificante cuando el problema real esta en nuestro comportamiento hacia como utilizamos la tecnología de hoy, como un medio de escape de la realidad, llevar al límite nuestros deseos más escondidos de ser reconocidos, llamar la atención, sentirnos importantes y eso nos esta costando más que pelearnos porque las empresas vendan o usen esos datos para su beneficio.
Ellos lo hacen porque es su negocio, inclusive ni ellos sabían lo que podrían lograr con el tiempo, de alguna forma han facilitado la existencia de las personas, han permitido entablar conversaciones, encontrar a familiares y amigos a los que no veíamos hace años, pero con quienes vivimos gratos momentos. Pero al mismo tiempo esta rompiendo lazos con nuestra familia cercana, sentándonos a la mesa sin conversar con nuestros papás o hijos, pegados todo el tiempo a la pantalla, esperando un mensaje del jefe, ver lo que mandarán los amigos del grupo que armamos, o tal vez revisar ese vídeo chistoso del que todo mundo habla, o ver la película de novedad.
Es importante estar atento que hacen con nuestros datos, pero es mejor saber que quiero que sepan de mí. Utilizar el sistema a nuestro favor, y hacerles saber a las empresas hasta donde estamos permitiéndoles que usen la información que proporcionamos. Pero como todo esto es trabajo en equipo, aunque si empezamos por nosotros mismos, estaremos dando un gran paso en mejorar la tecnología con la que contamos actualmente.
En algún momento el año pasado las personas se quejaban porque Netflix subió su tarifa porque el gobierno de nuestro país les exigió un nuevo impuesto, pero la pregunta verdadera aquí es ¿Cuántos de los que se quejaron, abandonaron dicha aplicación? Quejarse sin llevar a cabo una acción solo sirve para alimentar nuestro ego.
Nos hemos polarizado tanto, que ya solo vemos dos puntos de vista, el mío y el de todos los otros que están mal. Si tengo un conocimiento debería compartirlo, explicar mis argumentos, si el otro cambia o no de opinión será su decisión, mientras yo sea congruente con lo que expreso, de otra forma solo sería un farsante más. No tendría cara para acusar a alguien de que es un ladrón si yo me niego a pagar la tarjeta de crédito con la que fui a comprar un celular o en su defecto devolverlo porque me es imposible pagarlo, inclusive saber que puedo negociar mi deuda, llegar a un acuerdo, pero hacerlo directamente sin utilizar terceros, eso sería afrontar mis problemas.
Podría decir que ahora somos unos grandes maestros de la mentira, pero en realidad la mentira siempre ha formado parte de nuestras vidas. Recordemos a nuestras mamás y como nos daban la explicación de las mentiras piadosas para no hacer daño. Cuando tratamos de ser amables con los amigos porque nos piden una opinión, o nos presumen algo que para ellos es increíble, pero para nosotros carece de importancia.
A veces nos gusta creer más en una mentira porque nos hace sentir bien, que afrontar la realidad de las cosas. También hay que estar muy alertas para volvernos sabios con el tiempo, aprender de nuestros errores, pero siempre ser críticos y analizar lo que se nos presenta como una verdad única.
“No todo lo que brilla es oro”
Comments