Al Robot: Hay que pensar en grande
- Edgar Tercero
- 11 may 2021
- 6 Min. de lectura
Por: Edgar Tercero

Hay que pensar en grande
Ahora todo lo que vemos y decimos puede aparecer en algún sitio en internet. Podemos compartir bromas, animaciones, frases a todos nuestros amigos y conocidos en segundos. Podemos consultar información personal, pago de impuestos, identificaciones, documentos oficiales utilizando internet. Para algunos estos datos carecen de importancia, para otros significan oportunidad de negocio. Las oportunidades están allí, sin embargo, aquellos que no vean el valor oculto de las cosas jamás podrán descubrir su potencial de crecimiento.
Hace algunos años tuve la oportunidad de trabajar de la mano con un equipo de dispositivos gps con cámara integrada, para monitorear el manejo de los conductores de diferentes empresas. Se podía contratar para autobuses escolares, transportes de carga, flotillas de taxis, entre muchos otros. Su objetivo es poder ayudar a las empresas a evitar accidentes, lo que reduciría pérdidas de dinero para sus clientes, así como capacitar al personal que conduce los diferentes transportes, de tal forma que puedan mejorar en sus labores. Esto se hacía a través de un sistema de couching, el cual se apoya de la información captada por la cámara de vídeo, para verificar si mientras conducen hablan por el celular, se ponen a fumar, verificar que lleven puesto el cinturón de seguridad, entre otros aspectos.
Gracias a la gran cantidad de clientes, se genera un gran volumen de datos, podría decirse que, a una gran velocidad, puesto que se suben a la nube en tiempo real, además se cuenta con gran variedad de estos, los datos son verificados por personal capacitado en el área de mejores prácticas de manejo, así como software de monitoreo especializado, que aportan valor a los clientes. Esto ha llegado a tal grado que pueden predecir cuando sucederá el próximo choque.
Todos esos datos tenían un único objetivo, verificar el comportamiento de manejo de los clientes. Sin embargo, ellos no se habían percatado que dentro de toda la información que recolectaban, contaban con datos que podrían ser de interés para otras empresas. Por ejemplo:
* Las empresas de seguros podrían utilizar estos datos para conocer el riesgo de asegurar a las dueñas de estos transportes. Inclusive poder manejar descuentos o paquetes para aquellas con un mayor riesgo de accidentes.
* Empresas de mapas como waze pueden ocupar la información de geolocalización que poseen para conocer las rutas más caóticas o peligrosas de la región.
* Las mismas empresas dueñas de los transportes, podrían verificar que el consumo de combustible de los vehículos correspondía con la factura que sus choferes presentaban cada semana.
* La base de datos con la información de los comportamientos, movimientos de los conductores proporcionan una gran oportunidad para que se mejore la inteligencia artificial que ocuparían los autos autónomos.
Y eso por mencionar solo algunos casos, que se les llegaron a presentar en su momento. Pero como el objetivo de la empresa no corresponde con ninguno de los anteriores son oportunidades que han dejado escapar.
Esto me recuerda mucho el caso de Blockbuster, cuyos directivos jamás pudieron ver el potencial de Netflix, porque su estrategia se basaba en los retardos a la hora que los usuarios regresaban las películas. Ellos vieron como negocio cobrar por la impuntualidad de sus usuarios, por lo que Netflix no estaría cobrando puesto que solo cancelaría el servicio si los usuarios no pagaban su suscripción.
Hoy todas las empresas generan una gran cantidad de datos que no son aprovechados, algunas acumulan datos financieros tan viejos que no sirven para la época actual, pero tampoco fueron bien explotados en su momento. Es increíble notar que te pregunten la misma información cuando hablas a un centro de atención telefónica, se trate de bancos o telefonía celular, pasan de operador en operador haciendo las mismas preguntas sin resolver la duda de los clientes, simple y sencillamente porque así lo dice el script que tienen frente a ellos, terminan echándole la culpa al sistema.
Pero realmente la culpa es del sistema, o simplemente los jefes no confían en los empleados para el uso apropiado de los datos. Por lo tanto, no cuentan con mecanismos que protejan la información, no se capacita a las personas para realizar una lectura correcta de los datos del cliente. O simplemente se llenan de datos que no saben cómo explotar.
Cada vez contamos con una gran variedad de datos, de los cuales no se esta haciendo el uso apropiado, en ocasiones se olvida que se cuenta con ellos, lo cual es aprovechado por algunos para venderlos en el mercado negro y sacar un beneficio de ello. Exponiendo la información de millones de usuarios.
Y la realidad no es por falta de tecnología, porque esta ya existe y se ha utilizado desde hace varios años, para esto hagamos un breve recuento a lo largo del siglo XX y principios del XXI:

Empecemos con la llegada de internet, pasando por el análisis estadístico, la máquina de Turing, las bases de datos relacionales, cubos de información, almacenamiento en memoria, la nube, entre los más relevantes. Hasta la llegada del concepto de big data, que vino a revolucionar con su sistema de almacenamiento distribuido, capaz de respaldarse en diferentes dispositivos, por si alguno fallaba, siempre habría forma de reconstruir los datos. Para que por fin tengamos el primer acercamiento a lo que será la base para la inteligencia artificial de las máquinas.
Big Data llego para hacernos creer que podemos aspirar a grandes cosas, poder acceder un mundo de datos, compartirlos, analizarlos, explotarlos para tomar decisiones basadas en información confiable. Gracias a la llegada del procesamiento paralelo podemos distribuir el trabajo en diferentes máquinas, y la nube ha reducido costos a las empresas para no tener que comprar servidores costosos a los cuales hay que darles mantenimiento constante, además de asegurarnos que se encuentran protegidos, de tal forma que no se perderá información o habrá robo de la misma.
Una de las herramientas que se ha despreciado mucho por los grandes directivos, es el famoso business intelligence, en gran parte se debe a la poca cultura de análisis de datos, entendimiento de gráficos y por supuesto la falta de fiabilidad de la información. Este último aspecto considero el más relevante, dado que las diferentes áreas donde el personal esta acostumbrado a maquillar sus datos para que no les afecte en la evaluación de objetivos, comprometiendo así el futuro de las empresas. También le restan valor porque normalmente no es información en tiempo real, muchos crean reportes para todo, lo que atrasa enormemente a las áreas por no contar con un informe único que contenga los datos relevantes de la empresa.
Es por lo que comento que el lenguaje del futuro es el lenguaje de los datos. Todos en la organización, desde el técnico novato hasta dirección deben aprender a leer gráficos de tendencias, significado de los indicadores empresariales, clasificación de la información, para lograr aprovechar las oportunidades que presentan, lo que permitirá crear productos nuevos, así como cerrar otros negocios.
Con business intelligence se puede decir que esta pasando, con big data podemos adelantarnos y pronosticar lo que pasará, de momento esto requiere de tiempo, variedad de datos, veracidad de los mismos. Nunca es tarde para empezar, Walmart lo hizo hace muchos años atrás, pero los datos van evolucionando, cambian constantemente, por lo tanto, el momento de iniciar es hoy.
Realmente considero que las herramientas no son problema, puesto que la mayoría son sencillas e intuitivas. Lo que realmente cuesta trabajo es crear la cultura dentro de las empresas para que forme parte del ADN institucional. Debemos dejar de restarle importancia a los datos de nuestra empresa, porque los números que se generan afectan tanto a la empresa como a las personas que laboran en ellas, si la empresa falla es porque sus colaboradores fallaron, desde dirección hasta la jerarquía más baja de las mismas.
Las grandes empresas de hoy son empresas enfocadas en el uso de las tecnologías, ahora es más sencillo adquirir este tipo de herramientas, pero conozcamos primero el núcleo de la empresa para saber que aplica y que no de lo que se ofrece. Empezar con poco, lograr resultados rápidos y de allí ir creciendo.
Algunas empresas me han buscado porque desean implementar un chatbot inteligente, que maneje una variedad increíble de peticiones. Pero cuando ven el precio se van de espaldas, por lo que les hago una serie de preguntas para conocer el verdadero propósito para el mismo logrando así encontrar la solución que mejor se ajuste a su situación actual.
“Lo que no te agrega valor a ti, tal vez a otros les sirva, vendeles”
Kommentare