Al Robot: La ética en AI
Por Edgar Tercero
La ética en AI
Tan importantes son los cambios que se están desarrollando en el campo de la inteligencia artificial que no podemos dejar atrás puntos como la ética. Sobre todo, ahora que se están desarrollando tecnologías donde los robots puedan realizar actividades inseguras, tediosas y repetitivas que los humanos están realizando actualmente. Tal es el caso del Tesla bot que se está desarrollando, utilizando la misma tecnología que se ocupa en sus vehículos autónomos.
Este robot nos recuerda mucho al libro de Isaac Asimov titulado “Yo Robot” donde se han creado máquinas capaces de ayudar al humano en tareas peligrosas y repetitivas para los humanos, pero con la estricta instrucción de jamás perjudicar una vida humana. También debemos recordar que existían 3 leyes que no debían violarse jamás:
1. Un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Cada vez más nos acercamos a un punto donde la tecnología nos ha abierto el camino para dejar actividades tediosas y aburridas, sin embargo, todo esto debe ir acompañado de una gran responsabilidad, y entre ellos es el uso apropiado de las tecnologías actuales, debemos aprender de ellas, pero no dejar que ellas sobresalgan a la hora de tomar decisiones.
Hemos visto algunos efectos de la inteligencia artificial en nuestra sociedad, y tampoco podemos dejar atrás aplicaciones donde el ser humano corre peligro como es el caso de una guerra, donde se exponen vidas humanas, para lo cual se esta fabricando tecnologías con inteligencia artificial para disminuir los riesgos, aunque todo ello también trae sus riesgos.
Armas Autónomas
Imaginemos que se pueda tener un espía el cual pueda infiltrarse si ser detectado por las tropas enemigas, tomar fotos, grabar vídeos, reconocer personas, identificar posibles ataques. Podría decirse que se trata de un espía infiltrado, pero que tal si en lugar de ser un humano, se tratará de un drone que sobrevuela el campo enemigo para recabar todos esos datos, para lo cual no importaría si llega a ser dañado, o capturado, al final de cuentas no podrían interrogarlo y tal vez para el momento de su captura la información ya fue enviada y recolectada por los militares para el análisis del próximo ataque.
Lo anterior ya no es ciencia ficción, ya existen drones diminutos que pueden sobrevolar las zonas de guerra e inclusive dejar bombas para atacar a las tropas contrarias.
Las grandes potencias mundiales están en continuo desarrollo de estas tecnologías que les permitirán tener la mano ganadora cuando se trate de enfrentar alguna posible guerra o conflicto bélico, sin necesidad de utilizar bombas tan destructivas, se ganaría terreno con tanques dirigidos a distancia, drones y robots de toda clase que inclusive podrían moverse por su propia inteligencia programada, así como el aprendizaje de eventos pasados.
Terrorismo con IA
Las armas autónomas también conllevan un gran peligro para sus creadores, ahora que hemos visto como los ciberataques han aumentado de forma dramática durante la pandemia iniciada en 2020, se corre un gran peligro cuando estas armas puedan ser hackeadas y utilizadas en contra de sus creadores.
Podrían utilizar estos sistemas autónomos para realizar ataques programados que sería difícil de detectar de forma oportuna, porque aún el sistema más perfecto contiene vulnerabilidades críticas que pueden ser aprovechadas en su contra.
Los ejércitos deben prepararse de tal forma que este riesgo se disminuya al mínimo, sin embargo, recordemos un poco como funcionan los softwares actualmente, la mayoría salen con huecos que se van remediando conforme avanza el tiempo o alguien descubre algún hueco dentro del código, por eso es por lo que tenemos actualizaciones de aplicaciones y sistemas operativos constantemente, dado que no se tiene un sistema perfecto que funcione a su máxima capacidad.
Por eso se debe estudiar muy bien la forma de aplicar estas tecnologías en campo abierto, porque posiblemente haya algunas cosas que no se puedan cubrir, costando así la vida de inocentes.
Impacto Ambiental
Podríamos creer que las aplicaciones de los celulares, tablets o el software de las computadoras no afectan en absoluto el medio ambiente, al fin todo esta almacenado en la nube.
Sin embargo, la historia detrás de todos estos softwares que existen se encuentran almacenados en centros de datos, con miles de procesadores, discos duros, cableado que requiere a veces espacios tan grandes como estadios de futbol. Lo que requiere grandes consumos de energía, así como sistemas de enfriamiento para procesar millones de datos.
¿Qué tipo de energía se esta utilizando para mantener estos equipos?
Existen empresas que han pensado en sistemas con energías renovables, sin embargo, la gran mayoría de Centros de Datos, sobre todo en Latinoamérica, siguen utilizando el sistema tradicional, generando grandes consumos de energías poco limpias que por supuesto tienen un impacto ambiental elevado.
No se hable de las radiaciones o campos electromagnéticos generados, que la final no sabemos los efectos secundarios que puedan estar produciendo no solo en los humanos, sino todas las criaturas que habitan nuestro planeta.
Estamos en buen tiempo para planear la aplicación de Inteligencia Artificial en nuestras vidas, tiempo para estudiar, tiempo para analizar y tiempo para mejorar.
“Un mundo autónomo nos espera”
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