Al Robot: Lo que creemos saber
Lo que creemos saber
Por Edgar Tercero.
Constantemente platico con varias personas, ya sean clientes, amigos, familiares sobre la tecnología, y me gusta escuchar lo que piensan, dándome cuenta de que tenemos definiciones de conceptos erróneas, al momento de utilizarla día con día. Muchos notan la punta del iceberg, pero jamás ven todo el trabajo que esta detrás, por lo tanto, asumen que solo existe el resultado que ven ante sus ojos, que todo se resolverá mágicamente (todo se conecta y empieza a funcionar sin ningún esfuerzo).
La palabra capacitación, suena a algo que debe pagar alguien más, pero cuando lo hacen, las personas no se esfuerzan por aprender. Hay personas que tienen miles de pretextos cuando se trata de aprender algo nuevo, entre los más comunes se encuentra el no tengo tiempo, prefiero pasar tiempo con mi familia, irse de fiesta, es muy caro, no enseñan lo suficiente, cuando lo único que se requiere es un par de minutos para aprender, en esta era digital se requiere ser autodidacta, aunque se puede contar con una guía de algún experto, pero es solo eso una guía, lo demás depende de cada uno de nosotros.
Desafortunadamente, la gran mayoría elegí guiarse por lo que dicen los demás sin tomarse el tiempo para analizar, o saber como es que una inteligencia artificial funciona actualmente, suponen que son robots de películas tramando en contra de la humanidad, sin darse cuenta de que dichas máquinas solo leen un montón de datos producidos por seres humanos, tienen la misma visión que sus creadores, la única diferencia es que pueden atar cabos de manera rápida y simultánea. Pero para llegar a ello existe un inmenso trabajo por detrás, un trabajo desarrollado por humanos, con varias horas de análisis, pruebas, errores hasta que todo funciona, lo que les da el poder a muy pocos, el resto solo esta esperando apretar un botón para que todo se resuelva.
Esto no es culpa de las máquinas, es un algoritmo creado por los humanos, que ha logrado convertir la toma de decisiones en solo deslizar un botón, pasar de una pantalla a otra, un tema a otro en segundos, creyendo que así se solucionan las cosas en la vida real, de un momento a otro rápidamente.
Con la ausencia de un criterio claro, poder de análisis, así como deducción lleva a las personas a creer todo lo que esta en pantalla, sin investigar las personas toman decisiones basadas en mentiras, imaginando cosas que no son. Mi respuesta contundente a esto es “el mundo digital solo replica lo que existe en el mundo analógico”. Si no lo entienden, no se preocupen, se que lo investigarán algunos, descubriendo así a los mentirosos, aquellos que venden IAs, criptomonedas, NFTS, aunque algunos otros temas no suenan tan absurdos, inclusive existen vendedores de grandes compañías cerrando tratos en el mundo tecnológico utilizando técnicas baratas de ventas, perdón que lo diga así pero he lidiado con ellos desde hace muchos años, ya sea como parte de mi equipo o cuando venden espejitos a las empresas en las que he tenido oportunidades de colaborar.
Pero no es responsabilidad solo de los vendedores, existen algunos líderes que solo siguen una tendencia, para sonar modernos, sin hacer un análisis profundo de como se proyecta dicha tecnología en el futuro de la empresa, ven para afuera pero nunca hacia adentro, sin saber si la gente esta lista, asumiendo que todo mundo se sumará porque las personas obedecen lo que la gente de arriba manda.
En el mundo digital, solo se replica lo que hacemos en el día real de las personas, pero las mentiras siempre caen por su propio peso, de tal forma que podemos detectarlas, y he aquí algunos consejos para detectar las mentiras del mundo digital:
Puede encontrar varios detectores de texto AI disponibles gratuitamente en línea. El detector de contenido AI afirma ser 97.8% confiable y puede examinar cualquier texto en busca de signos de que no fue escrito por un humano. Esto se hace entrenando al detector en los métodos y patrones usados por herramientas como ChatGPT y otros Modelos de lenguaje grande cuando crean texto. Luego compara esta información con el texto enviado para intentar determinar si es escritura humana natural o texto creado por IA.
Esto es posible porque, para una computadora, el contenido de IA es relativamente predecible, ya que se basa en probabilidades. Esto significa que se puede usar un concepto llamado “perplejidad” para determinar si el texto usa un lenguaje que es altamente probable o no. Si usa constantemente el idioma más probable, hay una mayor probabilidad de que sea creado por IA.
Si es importante que lo sepa con un alto grado de seguridad, puede compararlo con varios detectores de IA. Otras herramientas útiles son Writer AI Content Detector y Crossplag.
Para detectar Deepfakes, empresas como Facebook y Microsoft están colaborando en el Desafío de detección de Deepfake. Este proyecto publica regularmente conjuntos de datos que se pueden usar para entrenar algoritmos de detección. También inspiró un concurso en el portal colaborativo de ciencia de datos Kaggle, en el que los usuarios compiten para encontrar los algoritmos más efectivos.
No debemos pasar por alto el papel que el juicio humano y el pensamiento crítico pueden desempeñar en la detección de contenido de IA. Los seres humanos tienen un sentido del "instinto visceral" que, aunque ciertamente no es infalible, puede ayudarnos cuando se trata de determinar la autenticidad. Echar un ojo crítico y aplicar lo que sabemos, dejar de seguir a falsos líderes, si te dicen no juzgues, definitivamente debes huir de allí.
Esta no es una batalla que se peleará solo entre tecnólogos. A medida que las implicaciones para la sociedad se vuelvan más claras, los gobiernos y los grupos de ciudadanos descubrirán que tienen un papel importante como legisladores, educadores y custodios de “la verdad”. Si descubrimos que ya no podemos confiar en lo que leemos, miramos, vemos y escuchamos, nuestra capacidad para tomar decisiones informadas en todos los ámbitos de la vida, desde la política hasta la ciencia, se verá comprometida.
Educarse es algo que debemos realizar por iniciativa propia, al menos para entender como funcionan las cosas, no asumir ideas fantásticas sin haberle dado un vistazo previo, pedir una opinión al equipo interno, pensar, analizar antes de ejecutar. Esto aplica para directivos como personal de operación, para unos el poder tomas decisiones duraderas, mientras el resto puede crecer y desarrollarse, tener nuevas oportunidades, trabajar donde sea, manteniéndose relevante sin necesidad de quedar bien con alguien mas que con uno mismo.
Dejemos de fantasear con que la nube es algo milagroso, solo son un montón de computadoras que unos jóvenes universitarios pusieron juntas para trabajar mejor, una idea básica, que, con el capital adecuado, así como el equipo de cómputo disponible en desuso produce un negocio exitoso.
“La respuesta sencilla siempre es la más acertada”
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