Al Robot: Miedos
Por Edgar Tercero.
Miedos
Con el avance de las inteligencias artificiales, así como la cantidad de innumerables comentarios, videos, imágenes de las redes sociales ha despertado algunos miedos y preocupaciones en las personas, provocando una serie de sentimientos encontrados. Por un lado, curiosidad, emoción y por el otro extremo miedo o paranoilla, a tal grado que algunas personas rechacen el uso de las herramientas, las critican o menosprecian, inclusive ofendiendo a las nuevas generaciones.
En cada generación existe quien se emociona y apasiona por la tecnología, mientras otros tantos se quedan observando con desprecio cada uno de estos avances, sin importar la edad, existen formas de pensamiento que se van adoptando conforme pasa el tiempo, se rompen barreras, se crean modas, pero hay que recordar que estas últimas se terminan y tienen fecha de para caducar.
La educación es la mejor herramienta para saber hacia donde dirigir el siguiente paso, manteniendo un grado de adaptabilidad, sin necesidad de modificar nuestros principios y valores. Estos últimos nos permiten evolucionar superando a las máquinas, quienes resultan ser un pequeño reflejo de nuestra humanidad, aprendiendo y divulgando solamente lo que está escrito, pero no la parte subjetiva de lo que resulta ser un humano.
En el mundo laboral latinoamericano resulta complicado el ceder la confianza a los empleados para tomar decisiones, inclusive el no monitorearlos o estar bajo supervisión constante de un supervisor provoca terror, por la incertidumbre de que los colaboradores no estén perdiendo el tiempo, aún y cuando los resultados hablen por ellos mismos. Sin embargo, existe mucho personal poco capacitado, inhabilitado por años de estricta supervisión que viene desde el hogar, por lo tanto, no son capaces de autocontrolarse, autoevaluarse o llevar las tareas sin recibir una evaluación por un mando superior.
Estos son los patrones que crean desconfianza, provocando así que las tecnologías siguen estos patrones, creando programas de supervisión constante a través de los nuevos sistemas, incluso contando las horas que los empleados pasan en la oficina, a qué hora llegan, van a comer, inclusive cuántas veces se levantan al baño, creando una cultura de control, donde se tiene que recibir aprobación de los demás, uno de los grandes éxitos para las redes sociales, que gran parte de las personas fingen ser alguien más con tal de agradar a todos.
Esto provoca vivir en dualidad, mintiendo en todo momento, poco a poco sin darse cuenta que nunca son ellos mismos, de allí radica el gran miedo a las inteligencias artificiales, que utilizan estos mismos miedos para decidir por el humano el camino a seguir, por lo tanto, el problema no radica en la tecnología misma sino en el desconocimiento de cómo funciona.
En muchos aspectos, la inteligencia artificial se está volviendo capaz de pensar a nivel humano. La "singularidad de la IA" es un punto hipotético en el futuro en el que la IA se vuelve más inteligente que los humanos, porque recurre a los aspectos humanos donde el reconocimiento de patrones, “empatía”, logra dar en la parte emocional para lograr condicionar las acciones que van a realizar.
Ahora contamos con algoritmos de IA extremadamente poderosos que pueden superar a las personas en muchos niveles, y esto tendrá un enorme impacto en los trabajos.
Los expertos predicen que entre el 80 y el 90 % de todos los trabajos actuales en el mundo serán aumentados por la IA, y muchos incluso quedarán completamente obsoletos. Debemos pensar en cómo prepararnos para este cambio y poder cambiar de marcha para hacer el trabajo que solo los humanos son capaces de hacer.
Pero existe un miedo tal que derivado de este mismo desconocimiento provoca que algunos otros, y reitero no solo personas mayores, muchos jóvenes tienen un pavor a realizar algún tipo de transacción en línea, sin importar que se les explique el funcionamiento de algún sistema, su miedo es tan grande que evitan todo contacto con las tecnologías existentes, haciéndolos a un lado en la era digital.
Desafortunadamente al día de hoy todo trabajo, y podría decirse que la interacción entre humanos se hace a través de un medio común, el internet, aprender a navegar en este nuevo medio es aprender que no se trata solo de búsquedas, actualmente se encuentra presente en casi todos los aspectos de nuestra vida, a menos que se viva en un lugar remoto, aislado y/o se cuente con el respaldo de una comunidad que piense de la misma manera, pero no es una opción para todo mundo, sobre todo de aquellos libres pensadores que detestan la tecnología pero no desean vivir en aislamiento.
Por ello toma vital importancia en 2023 aprender de ciberseguridad, es momento de que las empresas inviertan en capacitar a su personal, e inclusive el ser humano promedio aprenda de ciberseguridad así como programación, al menos al grado de entender el funcionamiento e incorporarlo a sus tareas cotidianas, por que mayormente todo se realiza de manera digital lo queramos o no.
La cantidad de ataques durante 2022 aumentó un 38 % en comparación con 2021 y se dice que el costo promedio para una organización afectada por piratas informáticos es de alrededor de $ 3,8 millones de dólares. Desafortunadamente, no son solo las grandes empresas las que están siendo atacadas. La Oficina Federal de Investigaciones de EE. UU. dice que, de alrededor de 850 000 ataques cibernéticos denunciados contra organizaciones en 2021, la mayoría se dirigió a pequeñas empresas.
Hay varios catalizadores para esto. Uno es el Internet de las cosas cada vez más extenso. Este es un término para la red de dispositivos en línea que anteriormente solo incluía computadoras y teléfonos inteligentes, pero ahora consta de automóviles inteligentes, televisores, dispositivos portátiles, equipos industriales, electrodomésticos de cocina y muchos más. Su existencia significa que simplemente hay más puertas de acceso a nuestras redes para que los atacantes las exploten. Al mismo tiempo, el hecho de que muchos más de nosotros estemos trabajando desde casa tras los cambios sociales a gran escala provocados por la pandemia de Covid-19 significa que las empresas son vulnerables debido a los dispositivos conectados a través de redes domésticas menos seguras.
Me encanta como las personas presumen sus Alexas y Siris que utilizan indiscriminadamente, o inclusive como suben fotos a sus redes sociales, sistemas de guardado automático en la nube, sin preocuparse por aumentar sus niveles de seguridad, evitando la exposición de información sensible, inclusive aunque nosotros no lo hagamos, algún familiar o amigo puede provocar que dicha información se filtre, por lo que pueden llegar a nosotros gracias a alguien más, o inclusive basta con revisar la basura que sacamos de nuestros hogares, con todas esas cajas de pedidos, productos que compramos, los tickets de compras que no rompemos, recibos de cobro entre otras muchas cosas que desechamos constantemente. Inclusive al compartir la clave de internet puede exponernos de maneras inimaginables.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, estos miedos los externamos a tal punto que los programamos en los sistemas inteligentes actuales, simple y sencillamente por miedo a lo desconocido.
“La solución ya la conoces: investiga y aprende”
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