Al Robot: Tiempo de Elegir
Por Edgar Tercero
Tiempo de Elegir
Estamos viviendo una época donde la toma de decisiones se vuelve relevante. Aunque a mi me salta una pregunta ¿Realmente hacemos nuestras propias elecciones? Justo el fin de semana se llevaron a cabo las elecciones para las alcandías y diputaciones federales en el país, sin embargo, ¿Qué tanto de nuestra votación es propia? Y no me mal interpreten, no es que hoy por la llegada de las redes sociales el voto sea influenciado por alguien más, sino porque el gran cambio es que ahora se utilizan las nuevas tecnologías para que los votantes elijan a sus candidatos.
Esto es debido a que conforme avanza la tecnología, reconocemos cada vez más que los humanos somos seres de comportamientos aprendidos. Por lo que hemos llegado al punto de confiar tanto en las tecnologías que tenemos en la mano, que podríamos dejar que tomen las decisiones por nosotros.
Sin embargo, hoy veremos una teoría desarrollada por Peter Diamandis y Steve Kotler de las 6Ds para un impacto positivo de las tecnologías exponenciales:
1. Digitalización: Este tipo de intercambio fue lento al inicio de la especie humana (cuando el medio de información era contar historias alrededor de la fogata), avanzó con la imprenta y luego explotó con la digitalización, el almacenamiento y el intercambio de ideas. Cualquier cosa que se pueda digitalizar, es decir, representada por unos y ceros, puede propagarse a una velocidad impresionante, puede reproducirse infinitas veces y compartirse sin ningún tipo de límites. Permite una automatización y una rapidez que incrementa la escalabilidad exponencialmente.
2. Decepción: Lo que sigue a la digitalización es la decepción, un período durante el cual el crecimiento exponencial pasa desapercibido. Esto sucede porque la duplicación de números pequeños a menudo produce resultados tan minúsculos que a menudo se confunden con el progreso de crecimiento lineal.
3. Disrupción: Es la ruptura, es el cambio radical de un paradigma. En términos simples, una tecnología disruptiva es cualquier innovación que crea un nuevo mercado e interrumpe uno existente:
a. El fuego (luz, calor, seguridad, alimentos, guerras)
b. La rueda
c. La agricultura
d. Internet (Eric Schmidt de Google dijo en 2010: “creamos más información cada 2 días que durante toda la historia humana)
e. El lenguaje escrito
f. La imprenta
g. El motor a vapor (revolución industrial, transporte)
h. La electricidad
i. La aeronáutica
j. Las vacunas
k. Las armas de guerra
l. El microprocesador
m. Teléfonos celulares
n. La nube
o. Amazon
p. La Televisión
4. Desmonetización: Esto significa la eliminación de dinero que se pagaba por los bienes. Ejemplo Kodak comenzó a ver cómo los ingresos de películas y revelado se esfumaron al ritmo de la disrupción. Es un caso de desmonetización y, a la vez, canibalización sustitutiva.
5. Desmaterialización: Dije que la Desmonetización es la desaparición del dinero que se pagaba por los bienes y servicios; la Desmaterialización es la desaparición de los bienes y servicios en sí.
a. En el caso de Kodak, sus problemas no terminaron con la desaparición de la película. Porque al inventar la cámara digital centraron sus recursos en esta tecnología, pero se inventó el teléfono inteligente o smartphone, que rápidamente se masificó y se convirtió en estándar con una cámara de fotos y video de muchos megapíxeles y de alta calidad.
b. El smartphone “desmaterializó” la cámara digital, los GPS, reproductor de música, el reloj, el teléfono, las linternas, las consolas de videojuegos, los mapas, las calculadoras, y muchísimas cosas más.
6. Democratización: Una vez que una tecnología se Desmonetiza y se Desmaterializa, más personas pueden acceder a ello. Tecnologías creadas con fines militares o científicos a nivel estatal, por ejemplo, pasan a ser de uso masivo, para todo el mundo.
Llegando al último paso, cuando se hace de uso colectivo se pueden automatizar varios procesos, pero no solo en el ámbito del trabajo, estamos digitalizando hasta nuestros pensamientos. Dejamos que Netflix decida lo que nos gusta, sin detenerse allí, las redes sociales nos están polarizando, no significa que no se hiciera antes, pero ahora estamos quedando cortos en la información que consultamos, porque nos detenemos con la primera respuesta que encontramos.
Tan avanzado esta la digitalización que se puede predecir sobre los comportamientos de un humano. Veamos las elecciones de Trinidad y Tobago de la última década:
* Dos partidos importantes dominan en el país.
* Uno encabezado por el electorado de ascendencia africana y el otro hindú.
* Se propuso un movimiento “DO SO” que se revelaba contra la política, creando vídeos y provocando así una abstinencia al voto. Dirigidos a los jóvenes que representaban un 40% del electorado.
* Ambos grupos de jóvenes se divirtieron con el movimiento.
* Sin embargo, el pueblo hindú que por tradición no desobedece la voluntad de los padres salieron a votar, mientras que el electorado africano se quedó en casa.
* Quedando como único ganador el partido hindú.
Lo mismo paso en Estados Unidos cuando Trump gano las elecciones, increíblemente la campaña que Trump ha hecho toda su vida sobre los cientos de negocios exitosos que dice tener, así como la imagen de gran constructor en Nueva York. No es más que una invención propia que el pueblo americano se ha creído durante décadas. Cuando vemos su historia real nos daremos cuenta de que el hombre de negocios era su padre, y el solo ha utilizado una imagen prefabricada, valiéndose de tácticas cuestionables para hacer creer al mundo que su marca es buena, la cual se sostiene solo de mentiras.
Basta dar un vistazo a las redes sociales nacionales donde la gente esta tan polarizada que no se permiten puntos intermedios, se acaban amistades, inclusive con familias por apoyar a un candidato u otro. Los mismos políticos se andan inventando ataques en redes sociales para ganarse el favor del público. Táctica que puede funcionar en un electorado poco informado, inclusive este tipo de elecciones son las más bajas durante cada sexenio, puesto que la mayoría de los mexicanos salen a votar por presidente, pero no tanto por alcaldes o diputados.
Aún así, no tenemos una cultura que nos ayude a conocer los candidatos, inclusive la abstinencia al voto es muy grande al menos de un 37%, que prefiere quedarse en casa, porque con ningún partido político ven un cambio verdadero. Y el 63% restante sale a votar por un partido ya sea por tradición, por que así le conviene a alguien más o con tal de que no gane el partido que no le gusta. Pero no se hace un análisis real de las propuestas de los candidatos.
Esta cultura del desconocimiento se debe ir acabando, de lo contrario le saldrá muy caro a México si no se toman decisiones basadas en información verídica. Porque entonces en un futuro un algoritmo podría estar decidiendo por todos, aquellos con la capacidad de análisis y las herramientas necesarias podrán hacer lo que les plazca.
“Decidir cuesta, pero no decidir cuesta más”
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