Cómics por todas partes
- Redacción
- 4 dic 2023
- 3 Min. de lectura

Sebastià Cabot y Bef sostuvieron un diálogo en el que aparecieron muchos autores de cómics, y hablaron de sus publicaciones más recientes en el Foro Rius
Hablar de cómics e historietas es hablar de un género que perdió su condición de “impopular” durante los noventa, pero, ¿de verdad era impopular? Así dio comienzo el historietista mexicano Bernardo Fernández, Bef, en el Foro Rius, dentro de la actividad #LeemosCómics organizada como parte del programa del Salón del Cómic + Novela Gráfica de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y en la que compartió micrófonos con el ilustrador español Sebastià Cabot.
Bef refirió que sólo hasta la comercialización del subgénero de superhéroes, y la publicación de obras de corte más underground como Maus: A Survivor's Tale (1991), comenzó a cambiar la crítica y la recepción por parte del público que tenían de los cómics, al punto de que los historietistas dejaron su refugio en los semanarios dominicales para dar el salto al ámbito editorial.
Lo que reunió para la tarde del sábado a Sebastià Cabot y a Bef, fue, precisamente, platicar sobre sus publicaciones más recientes, Noviembre y 3 deseos, respectivamente. Cabot narró que Noviembre (Ediciones Aleph) retrata la historia del amor costumbrista de una pareja, desde que se conoce hasta que se separa. Por otro lado, 3 deseos, de Bef, cuenta la historia de una niña rebelde que pide tres deseos: ser una estrella de rock, ser una superheroína y ser superinteligente. En las dos primeras todo sale mal, sin embargo, las cosas dan un giro de tuerca con su último deseo. Bef contó que para escribir e ilustrar 3 deseos se inspiró en sus hijos, pues el discurso autoral de los cómics, a menudo, es sólo para los adultos. A esto se añade que los cómics que se escribían para los niños no caben ya en la modernidad, por su violencia desmedida o la sensibilidad de sus temas. “Hay que entender las cosas en su contexto”, mencionó el ilustrador mexicano.
El segundo tema que congregó a los ilustradores fue compartir la experiencia de Sebastià Cabot en la globalización de su trabajo, más allá del mercado hispanohablante y frente a la predominancia del cómic canadiense y estadounidense. Bef le preguntó a Cabot sobre la perspectiva profesional del mercado franco (donde actualmente editan su trabajo), a lo cual Cabot respondió que en el cómic franco le piden más paneles frontales y generales; líneas cinéticas (que indican movimiento); ausencia onomatopéyica como recurso efectista (esto quiere decir no ser redundantes; si a un personaje lo dibujan tocando la puerta, poner una onomatopeya está de más). Al respecto de los soportes digitales y tradicionales, los dos compartieron que hay una reticencia del gremio de cómic, historieta e ilustración por probar medios digitales, cuando se acostumbran al tradicional, y viceversa. Para Cabot y Bef se trata de algo cíclico. “Otra de las dificultades que se vive en el mundo del cómic en español es que son pocos los editores gráficos competentes”, dijo Bef, y Cabot añadió: “Es necesario adaptar al mercado económico global”.
A punto de terminar el diálogo una participante del foro les preguntó qué se podía hacer frente a la censura. Cabot comentó: “Vivimos en una época de literalidad”, y Bef comentó que “sólo queda educar en el criterio y no en la censura. La cancelación es también una forma de odio”.
Comments