En palabras Llanes: Como nunca… ahora, estamos de acuerdo
Como nunca… ahora, estamos de acuerdo
Por: Alberto Llanes.
En seis años, la 4T no ha hecho más que echarle la culpa al pasado de lo que, justamente, ya fue. La conferencia Mañanera «que, por cierto, por ahí escuché a dos personas que asistieron a tal retahíla del discurso, pedían que se les diese un diploma, un título universitario, porque aprendieron mucho de esas charlas presidenciales a destajo» no ha sido más que eso, puro discurso, choro mareador, porque cuando al presi le preguntan sobre algo: «vamos a ponerlo entre comillas inclinadas y en cursivas incómodo», el mismo presi se incomoda y el rictus se le vuelve enjuto, enhiesto y de regreso a decir que fue culpa del pasado, de los otros, de los sexenios de antaño, porque nosotros «la 4T», estamos perfectamente bien, y todo termina en que hicieron o están haciendo todo bien. Y, vamos a poner las cosas sobre la mesa, los puntitos sobre las íes, díganme ustedes lectores/as… ¿en qué estamos mejor que en el pasado?
Que se ha mantenido el precio de la gasolina, dirán, puede ser, pero ya está a veinticinco pesos el litro; la canasta básica está por los aires: kilo de huevo a cuarenta pesos, kilo de tortilla a veintiséis el kilo, ¿la carne?, esa ronda entre los ciento veinte, ciento treinta, ciento cuarenta pesos el kilo, dependiendo el corte, el tipo, qué sé yo; van a decirme, Llanes, no seas necio, el dólar bajó, sí, bueno, el dólar sube y baja y hoy que escribo esto se cotiza a diecinueve pesos con setenta y un centavos.
Me voy entonces a temas de seguridad, porque quizá sí, sí estemos mejor con los abrazos y no con los balazos y no, no estoy contra Obrador, ni contra la Cuatroté, pero, carajo, en toda la República Mexicana la cosa está al rojo vivo o al rojo muerto; el número de desaparecidos/as es alarmante, los feminicidios están al alza, pero claro, quizá yo tengo otros datos y no tengo la visión del presi o algo me enceguece y, repito, no estoy en contra porque si le va mal a Obrador y a esta transformación nos va mal a todos, pero la verdad es que no veo claro…
Vamos a los temas que tienen que ver con la salud, pfff, no me digan que la pandemia se manejó de la mejor manera, no hay abasto de medicinas, en los institutos de salud te atienden, sí, pero tienes que estar ahí desde las seis de la mañana para recibir atención médica si no llevas cita; si algún citado no va puede que alcances a entrar con el médico, si no, al otro día hay que hacer una odisea similar, hay gente de la tercera edad que no merece este trato, pero supongo que así sucede en Dinamarca, porque el presi dice que estamos así, como en Dinamarca o que vamos a estar así, pero, repito, no veo claro; sin embargo, él ha viajado y sabe, confiemos en que así es; hay gente muy enferma que va a hacer una fila eterna y muchas veces no recibe la atención, repito, quizá así es en Dinamarca… y nosotros estamos criticando.
Vámonos a los temas que tienen que ver con la cultura y la educación, el recorte monetario a estos rubros cada año es notorio, las secretarías, ahora subsecretarías de cultura, sobreviven con el mínimo indispensable y la frivolidad es lo que se nota día a día, la frivolidad de quienes están a su indigno cargo, los edificios se han convertido en elefantes blancos, en el olvido, sucios, olvidados, parecen más bien galerones donde se guarda chatarra que centros que alguna vez fueran utilizados por y para los artistas. Pero esto no es nada nuevo, no quiero decir que el PRI, el PAN lo hayan hecho mejor no, pero estos, los guindas, ellos nos dijeron que sabían hacer mejor las cosas, que ellos sí, que primeros los pobres, que este cambio iba a transformar «más no dijeron si para bien o para mal» al país… y aquí tenemos las consecuencias.
Yo no sé qué poder hipnótico tiene la silla presidencial que, quien llega a poner el cuerpo ahí, pierde toda dimensión de la realidad. Y no, no estoy en contra del presi, lo repito, como tampoco estuve en contra de Peña Nieto, de Calderón, Fox, Zedillo o Salinas. De De la Madrid casi no puedo hablar porque yo era un infante, con Salinas estuve en la primaria/secundaria, Zedillo me tocó ya en otra etapa y la primera vez que voté lo hice por Vicente Fox. Ahora entiendo que no debí hacerlo, me arrepiento tremendamente y le pido perdón a México por ello.
Sí, voy a confesarlo, han pasado veinticuatro años y es justo decirlo, la primera vez que voté a nivel federal lo hice por el PAN; mi generación quería sacar a como diera lugar al PRI del poder y se logró, pero a costa de qué, debo decir que fui/fuimos totalmente engañados por el cambio verdadero, ese que nunca llegó; con Vicente Fox en el poder, el país perdió el rumbo «quizá ya venía o estaba así» pero es que las otras opciones tampoco eran nada buenas y del PRI ya estamos hartos y esto nos ha quedado demostrado en estas últimas elecciones; puede que haya candidatos/as interesantes, pero ya estamos hartos/as y dudo que el PRI surja, resurja o, para eso, pasarán algunos años.
Fox veía un México diferente al que veíamos y en el que vivíamos el resto de los mexicanos, como ahora sucede con Obrador; yo no sé qué país es el que ven nuestros gobernantes que es bien diferente al de resto de nosotros «más bien sí sé qué país ven, el de sus privilegios, el de su posición». Obrador dice que con doscientos pesos diarios le alcanza para muchas cosas, claro, habla desde su privilegio, ya lo quiero ver siendo nadie, sobreviviendo con doscientos pesos, en una familia de cuatro personas, comiendo a veces en la calle, pagando por comida corrida entre setenta, ochenta y, en algunos lugares, hasta noventa pesos diarios. No hay que se matemático para darnos cuenta de que no alcanza.
La siguiente vez ya no voté por el PAN, Calderón no contó con mi aprobación como presidente de este país, aunque, puedo decir que no lo hizo tan mal, por lo menos no tan mal como Vicente Fox que con este sí y de plano, tocamos fondo, sin embargo, la guerra contra el narco que declaró Calderón sigue teniendo consecuencias.
Tras doce años en el poder el regreso del PRI era casi casi inminente, y regresó con un muñeco llamado Peña Nieto, y con una producción telenovelesca al mero estilo de Televisa; los yerros, desde su candidatura, fueron cosa de todos, todos, todos los días, los ridículos, las frases, los olvidos y despistes, chistes de los que solo él se reía y una tragicomedia indigna de ser recordada. Todos: Fox, Calderón, Peña, Obrador, Zedillo y Salinas siempre nos han dicho lo mismo, México está a todo dar… y yo no veo claro.
Hace tiempo había dicho que quizá una mujer sea la que le dé orden a todo esto, pero viendo cómo están las cosas a nivel estatal, ya no sé si esto sea una solución. Sin embargo, le deseo buenos parabienes a Claudia, me da gusto que después de tantos años, ella sea la primera mujer presidente, esperemos que vea las cosas con más claridad y que no sueñe con mundos raros, con Méxicos raros, parodiando un poquito a José Alfredo Jiménez o, todavía intoxicado por la columna anterior, a Jim Morrison, esperemos que no. México ya no necesita más demagogia, requiere hechos, soluciones...
Al término de esta columna me sigo preguntando en qué estamos mejor como dicen que dicen… y no, no he hallado una respuesta… y es que no veo claro.
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