top of page

En palabras Llanes: El regreso

  • Foto del escritor: Alberto Llanes*
    Alberto Llanes*
  • 10 ene 2023
  • 3 Min. de lectura

Por Alberto Llanes.

El regreso


Comienza otro año. Siempre con nuevas esperanzas, con nuevos bríos. Atrás quedaron las fiestas, el 2022, lo bueno y lo malo; viene lo que está por vivirse.


Suena por fin el despertador, la noche siento que se hizo demasiado corta, quiere decir que dormí corridito, siempre es bueno un sueño reparador. Hacer las mismas cosas que hacía antes, cuando iba a la oficina. Regresar, digámoslo así, a la rutina. No me gusta decirle rutina, pero eso termina siendo. Salir de la casa bañado, vestido y con mi itacate para el día, la dieta que debo de llevar. Dieta que estoy haciendo no por propósito añonuevero ni nada por el estilo; sino por salud, por estilo de vida.


Este año, bueno, el que terminó, diciembre, me puso en calma. Me dio un aviso de que debo cuidar de mí, de mi cuerpo, de mi alimentación; y que debo bajarle a mis abusos y excesos y que debo pensar bien lo que me meto a la boca en las comidas. El aviso fue drástico y severo, la pasé muy mal, todavía no estoy al cien o como quisiera, pero tengo que estarlo. Diciembre me dijo ya basta.


Llegué a mi lugar de trabajo con la expectativa de ver a quién me encontraba primero. Este día es especial o, digamos, diferente, mi mujer y mi hijo van camino a Guadalajara a una revisión a mi pequeño Ricardo, nada grave. Me dejaron, pues, en la entrada a la Universidad de Colima y de ahí caminé a la Facultad de Letras y Comunicación. Iba poco nervioso y, a partir de mi suceso «le voy a llamar así a esto que me movió muy feo el tapete», se me va poco el aire y empiezo a toser para jalarlo y poder respirar, por fortuna controlé todo, como debo controlar los triglicéridos y la presión arterial de aquí en adelante y estar en constante monitoreo, en fin, esto es algo que tengo que aprender a hacer, aunque no es cosa fácil, el secreto está en comer más saludable, mucho más saludable.


Los guardias de la entrada me saludaron con mucha afabilidad, vaya, ellos fueron los primeros con los que me topé, de seguro ni saben o ni se acuerdan de quién soy y menos con mi nuevo estilo «me he cortado el cabello que llevaba largo desde hace muchos años». Caminé expectante de saber a quién vería primero. Varios trabajadores de servicios generales pasaron por ahí, me saludaron y les devolví el saludo, ya saben: «feliz año nuevo, buenos días, bendiciones, que este año esté cargado de salud, que traiga paz, armonía y satisfacciones personales», todo eso lindo que decimos siempre y al comienzo de un ciclo.


Empieza uno a reconocer su territorio, el terruño que pisamos todos los días, lo vemos, como es normal, un tanto sucio, lleno de polvo, tizne, el pasto crecido, la mala hierba igual, pero ahí vienen la cuadrilla del aseo para regresar todo a la “normalidad”. Fueron tres semanas de ausencia. Sigo avanzando, a veces me mareo, la cuestión de los triglicéridos es algo serio y que jamás había padecido, jamás, ahora los tengo presentes, los quiero lejos o lo más controlados posibles, quiero sentirme bien, verme bien y si eso conlleva un gran esfuerzo, estoy dispuesto a hacerlo por todo el tiempo que no me fijé o que no me cuidé, que no vi por mi salud, nunca es demasiado tarde. Va a ser una lucha difícil, pero no hay peor lucha que la que no se hace.


Llego a mi oficina, escucho voces de mis compañeros que llegaron antes que yo. Me da gusto oírles, saber que ya están de regreso, saber que están en sus cubículos, en sus espacios, en sus oficinas; los oigo reír, charlar, desearse cosas buenas, abrazarse, sentirse de regreso con nuevas esperanzas, con nuevos bríos, como cuando comienza cada año, aunque nuestro lugar de trabajo sea el mismo, nuestra computadora no sirva o se tarde en encender, aunque tengamos ene cantidad de pendientes y aunque todo por fuera parezca igual, se sienta igual pero en el fondo cada uno y cada una tengamos o estemos viviendo un cambio, de rutina, de comida, de vida, de lo que sea, hasta de computadora o de ratón, o tapete para ese hardware.

Feliz retorno, feliz regreso, feliz año nuevo que venga cargado, principalmente, de mucha salud.


Me siento ante la computadora, y, ya que termina de agarrar bien la onde de estas tres semanas sin uso intenso, empiezo a teclear este texto diciendo… Comienza otro año. Siempre con nuevas esperanzas, con nuevos bríos. Atrás quedaron las fiestas, el 2022, lo bueno y lo malo; viene lo que está por vivirse.

Commentaires


Aviso Oportuno

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Residencia en venta, Villa de Álvare

Residencia en venta, Villa de Álvare

Se vende Hyundai, Verna 2005

Se vende Hyundai, Verna 2005

Chevrolet Prisma 2016

Chevrolet Prisma 2016

Sentra 2005, Manzanillo

Sentra 2005, Manzanillo

Toyota Cambri 2016

Toyota Cambri 2016

Cambio por Tsuru, Colima

Cambio por Tsuru, Colima

1/16
1/513
WhatsApp Image 2024-11-05 at 11.01.29 AM (2).jpeg
organon_Mesa de trabajo 1.jpg
POS ÁREAS 2 LA LEALTAD 243 X 400 (1).jpg
WhatsApp Image 2025-02-28 at 11.43.00 AM.jpeg
Cirugía de párpados

Periodistas comprometidos con la verdad

Quiénes somos

Contacto

Anúnciate

Aviso legal

Aviso de privacidad

Derechos Reservados © La Lealtad 2025

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey YouTube Icon
bottom of page