La Revolución Islámica Siria
- Carlos Ramiro Vargas
- 16 dic 2024
- 4 Min. de lectura

La Revolución Islámica Siria.
Por: Carlos Ramiro Vargas
Cuando alguien se pone a analizar los acontecimientos recientes suscitados en la milenaria nación Siria, se esta obligado a preguntar si acaso es posible aún en este mundo tan materialista y secular, generar cambios políticos de 360 grados que originan una revolución política tan profunda como la que se está viviendo en tan relevante país, bajo crucial influencia religiosa; país ubicado además en medio del muy intenso y trágico tablero geopolítico del medio oriente.
Donde las principales potencias del mundo confluyen.
Para empezar, el nombre de Siria en árabe es Al-Jumhuriyya al-Arabiyya as Suriyya.
Cuenta con una superficie de 180 mil, 181 kilómetros cuadrados, haciendo frontera hacia el norte con Turquía, hacia el este con Irak, al sur con Israel y Jordania y por el oeste con el Líbano.
Sus 23 millones de habitantes son un mosaico de diversidad étnica , lingüística y religiosa, la mayoría de religión sunnita, más grupos étnico religiosos como los alauitas, turcos y kurdos, sin contar a los miles de refugiados palestinos expulsados de su región de origen por el nazi/sionismo israelí.
Es en 1945 que los sirios obtienen su independencia de Francia que dominaba a esta nación, bajo la forma de un protectorado.
Pasando a establecer una República parlamentaria.
De 1959 a 1961 establece una peculiar unión con Egipto, pasando a denominarse República Árabe Unida.
De 1963 al 2011 el partido BASS, supuestamente de adscripción ideológica árabe/socialista controló al país.
Pero desde 1970 ha sido dominado a sangre y fuego, muy dictatorialmente, por la dinastía Assad.
Siendo que Hafez Al-Assad, padre del actual tirano defenestrado recientemente, dominó con mano de hierro el destino de Siria a través de un golpe de Estado, treinta años, de 1970 al año 2000.
Aunque desde 2011 se desató una cruenta guerra civil con periodos de altibajos, que concluyó aparentemente con la caída de Bashar Al-Assad, apenas en los primeros días de diciembre del 2024.
Dando fin a una prolongada dictadura de 55 años de duración.
No se puede olvidar que los Assad, padre e hijo, asesinaron a más de 500 mil personas.
Sobre todo a opositores políticos demócratas así como a miembros de la etnia Kurda, vilmente reprimidos por ambos genocidas y tiranos.
En todo este periodo Siria ha tenido confrontaciones militares directas con Israel, en 1967 y en 1973, y en ambas ocasiones fue derrotada, lo que permitió que el Estado Hebreo se apropiara de territorios sirios de alto valor estratégico, como son las alturas del Golán.
En todo este largo proceso histórico, los rusos decidieron apoyar a Siria estableciendo una base naval en el mediterráneo y otra base militar más, a la vez Irán también ha sido uno de los principales aliados de la finalizada tiranía de los Assad, utilizando el territorio sirio para dar apoyo logístico y avituallamiento a la guerrilla islámica de Hezbollah, en Líbano, mientras Turquía también metía su dictatorial mano presionada por los más de 4 millones de refugiados sirios en su territorio.
Pero si en un momento álgido de la guerra civil durante 2015, la aviación rusa bombardeó a las posiciones y avance insurgente, deteniendo transitoriamente la insurrección; en esta ocasión ya iniciado diciembre del 2024, no pudo ser así, por las exigencias de la guerra en el frente ucraniano que está por definirse.
Es así que las victoriosas fuerzas insurreccionales que obligaron al sanguinolento tirano, Hafezz al-Assad, a huir del país, con dirección a Moscú, conforman una coalición encabezada por la organización fundada en 2017, -Tahrir al Sham-, originalmente parte de Al-Nusra, una versión levantina de Al-Quaeda, cuyo líder es Abu Mohammed Al Gotani.
De adscripción islámica yihadista salafista.
Otros grupos opositores de esta coalición son el Ejército Nacional Sirio, financiado por Turquía. Y su presidente, el tirano, Tayip Erdogan.
Presencia significativa tiene también, la guerrilla étnica del Kurdistán sirio, financiada por los Estados Unidos, que como el movimiento palestino reivindica un Estado y territorio propios, pues su población de 15 millones de habitantes se encuentra dispersa en la parte este de Siria, y porciones significativas de Iraq y Turquía.
Así las cosas, la actual revolución política siria enfrenta ya retos enormes, para lograr su consolidación y estabilidad democrática, sorprendiendo al mundo entero y a los mismos rusos e iraníes, por su vertiginoso avance que en cuestión de dos semanas derrotó a una dictadura longeva y genocida, provocando la rendición sin combatir de lo que quedaba del ejército sirio, mientras el Estado de Israel aprovechando las circunstancias no ha cesado de bombardear las bases militares de la tiranía de Bashir- al Assad.
Invadiendo territorio sirio más allá de las alturas del Golán, con el objetivo de forman un espacio de amortiguamiento y control, hasta no ver claro el giro que puede dar este proceso por las fuerzas insurreccionales que componen a la coalición, y pueden adoptar definiciones a mediano plazo, contra el Estado nazi/sionista de Israel.
Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.
Stockholm, Sweden, a 14 de diciembre de 2024.
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