Resoluciona: El Paradigma Interior
Por: Ángel Raúl Naranjo Dávalos
El Paradigma Interior.
Tienes que hacer esto cuando seas grande, sigue los pasos de tu padre, has caso a tu madre, cumple con las expectativas que la vida coloca en ti. Déjate guiar por la verdad y recuerda que el humano es débil y tendrás que sufrir en la vida si quieres algo que valga la pena.
Jesús con sangre arónica y rabínica renuncia al susurro incesante de lo que le dicen que tiene que hacer, lo mismo hizo Buda.
Cuando empezamos a leer todo lo que uno puede encontrar sobre Jesús o Buda y uno interpreta reflexivamente sin el tragaluz de las iglesias, encontramos que ellos, entre otras muchas personas a lo largo de la vida, no se manifiestan desde lo que podríamos llamar un paradigma ordinario o convencional donde el consuelo por quienes dirigen políticamente, económicamente, religiosamente y por quienes orientan el accionar del conocimiento científico es la guía que a uno le proponen en la vida, es decir, siempre te tratarán como un pequeño que debe ser guiado, por alguien siempre superior y que está afuera y no depende de uno el llevar una vida coherente. En lugar de servirnos de la ciencia, por ejemplo nos adscribimos dogmáticamente a lo que la autoridad te diga con frases tales como “ esto está demostrado por la ciencia” cuando la ciencia es aproximación sucesiva y lo que en un congreso se afirma, en el de enfrente se niega. No hagamos de la ciencia un dogma, usémosla a nuestro favor partiendo de nuestro Paradigma Personal no colocando a lo ordinario como paradigma, lo afirmaría Parise, que es donde está la ciencia, la política, la religión, la economía, son sistemas que sustentan el paradigma ordinario, externo y hay que servirnos de ellos a partir de sí generar Existencia en la vida, dirían los queros, desde el armar el Paradigma Interno. Y esto es asunto individual para poder impactar creativamente en lo social. Reconocer nuestro malestar y transformarlo desde la percepción y experimentación de estados de serenidad, certeza y alegría expresados en lo concreto social. Cuando se atraviesa lo perverso personal, antes reconocerlo, si no, no hay viaje.
Co el paradigma Ordinario en que vivimos, se empieza a reafirmar una cultura opresiva, restringida de posibilidades y de creatividad y será la suerte de la guía política, económica, religiosa y científica la que te hará o no hará sano, feliz, exitoso, coherente, es decir al final de cuentas todo lo posible es asunto de suerte, de sufrimiento, de abnegación, de dependencia.
Donde la salud no depende de mí sino del sistema de salud, de mis padres, de las políticas sanitarias y no es que esto no sirva pero siempre se deja el poder personal que uno podría ejercer cuando uno ordena su vida asumiendo un posible Paradigma Personal, Interno o un “desde dónde percibo la realidad”, donde la salud personal depende más de uno mismo y aquí nos apoyamos en tres líneas la neurocientífica e investigaciones en epigenética y el conocimiento ancestral del chamanismo y culturas iniciáticas, a las cuales agregamos la experiencia personal dentro del propio trabajo terapéutico y manera de asumir la vida.
Un sistema familiar, un sistema político, un sistema educativo, un sistema de salud, que operan más imponiendo restricciones y prohibiciones, negando la experiencia personal, y el ejercicio de la empatía y ecuanimidad para trascender las simpatías y antipatías con que uno se habitúa a rechazar, enjuiciar, odiar y por otro lado a alabar, según nuestra filia y gusto en turno empobreciendo la dignidad y un ambiente de posibilidades creativas negando el desarrollo de la experiencia humana coherente, digna, alegre sin reconocer el dolo natural pero aferrándose al sistema sufriente de vivir la vida.
Ya el paradigma convencional, ordinario, meramente imitativo externo se reproduce en la creencia de que la diabetes, problemas de presión, asuntos cardíacos, muertes por consumo de medicamentos tanto recetados como no administrados por la autoridad, siendo una fuerte causa de muerte, sin olvidar la hipertensión, la necesidad de estar consumiendo medicamentos de manera exagerada antes que el propio cuidado personal y prevención es el ambiente de la normalidad donde todo esto se corona con el covid.
No hay promoción del cuidado físico y mental desde uno para uno mismo generar el propio sistema personal de salud y prevención sabiendo conectarnos adecuadamente con nuestro cuerpo, ¡y los trescientos años de ciencia en que se ha avanzado! no se toman en cuenta; parece que estamos apenas viendo nacer el paradigma newtoniano cuando hay muchísima investigación que apunta a cómo uno puede modificar y evitar malestares físicos y mentales pero esto no se enseña en la escuela, la tv lo ignora, y los medrosos profesionistas solo tratan de que seas adicto a sus disposiciones y medicamentos (hay otros que sí son éticos y de avanzada de la salud y otras disciplinas), pero estos medrosos temen que las personas les requieran menos por su espectro paradigmático tan chato de ver la vida, mermando sus ganancias, por no ver más allá de sus narices.
Invito a empezar a crear orden en el propio sistema de información de uno mismo, antes que leer la prensa o el estado de fijación y negatividad en que la tv mexicana se encuentra ahora, es importante observar el estado personal de coherencia en que se está, desde que ojos percibimos y percibiremos las situaciones que afrontaremos en el día a día.
Quién es el que está, en uno, leyendo o viendo información del mundo, cómo está nuestro personaje…malhumorado, vengativo, renegando, culpando, ese es el que observa la realidad externa…qué se puede esperar, si no “observamos a nuestro ego y lo montamos”
Atención terapéutica y enseñanza holofractal al 312 194 87 53
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